La mala fortuna de Morgan Hurd y el consuelo de los Panamericanos

Juegos Panamericanos. Fotografía: EFE

Morgan Hurd, una gimnasta superlativa, ha tenido la mala fortuna de que su carrera deportiva coincida con la de, quizás, la mejor de todos los tiempos, la incomparable Simone Biles.

Los Juegos Panamericanos son la competición de mayor nivel en la que Hurd puede ahora mismo competir sin la sombra de su compañera en la selección estadounidense, que guarda armas para los Mundiales del próximo mes de octubre.

La diminuta gimnasta de Delaware, de 18 años y 145 centímetros de altura, célebre por su imagen ya que compite con gafas, se proclamó campeona del mundo en 2017 al aprovechar el año sabático que se tomó Biles tras ganar cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

En 2018, con Biles de vuelta, Hurd descendió al tercer escalón del podio mundial, superada por el vendaval físico de su colega y por el empuje de la japonesa Mai Murakami, subida a la ola de la preparación de los Juegos de Tokio.

Hurd puede hacer pleno en los Juegos Panamericanos de Lima, empezando por la competición por equipos con la que este sábado se abrirá el programa de gimnasia. Sus compañeras en busca del oro serán Riley McCusker, Kara Eaker, Leanne Wong y Aleah Finnegan.

Solo nueve países han inscrito equipos femeninos completos en los Juegos: México, Canadá, Argentina, Puerto Rico, Chile, Cuba, Brasil y Perú.

La formación mexicana está diezmada por las bajas, la mas notable la de la medallista mundial Alexa Moreno, que sufrió una caída en las pruebas clasificatorias y no recibió una segunda oportunidad para entrar en el equipo.

Brasil es la única alternativa a las norteamericanas, también con una baja sensible, la de Jade Barbosa, pero con gimnastas de probada experiencia como Flavia Saraiva, Thais Fidélis, Carolyne Pedro y Lorrane Oliveira.

Aunque donde Brasil sale a por todo es en la competición masculina, con un equipo comandado por un nombre histórico: Arthur Zanetti, primer medallista olímpico de la gimnasia iberoamericana con su oro en anillas en Londres 2012. En Río 2016 gano el bronce en ese mismo aparato.

La cubana Marcia Vidaux, oro en salto en Toronto 2015 -única no norteamericana que ganó un título-, mantiene sus posibilidades de medalla, más mermadas para el equipo masculino de su país tras la baja de Manrique Larduet, subcampeón mundial en 2015.

Los equipos masculinos son los mismos que los femeninos con una excepción: compite Venezuela en lugar de Puerto Rico. El resto serán representantes individuales.

Nombres clásicos de la gimnasia sudamericana como los chilenos Tomás González y Simona Castro y caras nuevas como la colombiana Nataly Rodríguez, de apena 14 años, presentarán sus ejercicios en el Polideportivo Villa El Salvador.

La ronda por equipos femeninos de este sábado servirá para decidir las medallas por países y las finalistas individuales. Salen cuatro gimnastas de cada país por aparato y se descarta la peor nota.

El domingo se repetirá la historia con los hombres. El lunes se reserva para las dos finales individuales y entre el martes y el miércoles se disputarán las diez finales por aparatos, cuatro de mujeres y seis de hombres.

Uno de los deportes más tradicionales del programa olímpico ofrecerá en Lima un nivel dispar, pero la presencia de grandes especialistas como Morgan Hurd garantiza el espectáculo sobre el tapiz. EFE

(CB)

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