Avanzan estudios para explotar petróleo del Yasuní

Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana. Foto de Archivo, La República.

Ecuador realiza estudios para explotar un campo petrolífero en la Amazonía en caso de que fracase su propuesta para dejar bajo tierra el crudo en esta y otras dos reservas a cambio de una compensación internacional, dijo el presidente Rafael Correa.

En «el Tambococha estamos explorando dentro del plan B técnicas de explotación horizontal, no tenemos por qué pedirle permiso a nadie», afirmó el mandatario a corresponsales extranjeros.

Este campo conforma junto con los denominados Ishpingo y Tiputini el bloque ITT, que alberga unos 846 millones de barriles de petróleo pesado, equivalentes al 20% de las reservas de Ecuador.

Correa señaló que el Tambococha «está a unos 12 km del límite del parque» Yasuní, una reserva de 982 mil hectáreas considerada por los científicos como una de las zonas de mayor biodiversidad del planeta.

Para «el Ishpingo, como está en pleno corazón del Yasuní, tengo que pedir permiso a la Asamblea (legislativa)» o acudir «a consulta popular» para explotarlo, añadió el gobernante, quien aclaró que su «intención es no tocar» este campo «para no afectar el parque».

Sobre el Tiputini, Correa indicó que sólo un 10% está dentro del Yasuní -declarado Reserva Mundial de la Biósfera por la Unesco en 1989-, por lo que se puede «explotar desde fuera» de la llamada «zona intangible».

En una iniciativa contra el calentamiento global, Ecuador plantea no explotar el ITT a cambio de una compensación de $3 600 millones  a lo largo de 12 años, lo que equivale al 50% de lo que el país recibiría si decidiera comercializar el crudo.

Correa aseguró que esa cifra se mantiene pese a que Ecuador podría recibir unos $14 000 millones  por el 100% del petróleo, considerando los precios actuales.

El presidente reiteró su decepción por que no se han conseguido recursos suficientes para cumplir la meta de $100 millones hasta diciembre de 2011.

Según datos oficiales, hasta la fecha se han recibido 1,6 millones de dólares, mientras que los «compromisos para este año» suman unos $39 millones.

«Vamos a evaluar y en función de eso veremos si vamos al plan B, si damos más plazo al plan A, aunque el plazo ha sido extendido», sostuvo.

Asimismo, confió en los buenos resultados de una conferencia que liderará con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el próximo 23 de septiembre en Nueva York, para impulsar el plan en el marco de la Asamblea General del organismo.

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