Los ocupantes de Wall Street se preparan para resistir

Por VERENA DOBNIK

NUEVA YORK (AP) — Los manifestantes que han acampado en el Distrito Financiero de Manhattan por más de dos semanas comen alimentos donados y mantienen sus computadoras portátiles prendidas con generadores portátiles de energía.

Tienen un periódico, «The Occupied Wall Street Journal (El diario de Wall Street Ocupada) —en alusión a The Wall Street Journal— y un hospital improvisado.

Carecen de un objetivo claro, aunque se pronuncian en contra de la codicia corporativa, la inequidad social, el cambio climático y otros temas. Sin embargo, crecen en número, se organizan más y no muestran ninguna señal de que se vayan a ir.

Los funcionarios de la ciudad «pensaron que nos iríamos y no nos hemos ido», dijo Kira Moyer-Sims, manifestante de 19 años. «Nos vamos a quedar tanto tiempo como podamos».

El arresto del sábado de más de 700 manifestantes que intentaron cruzar el puente de Brooklyn hizo poco para estropear el entusiasmo dominical.

La protesta Ocupemos Wall Steet (Occupy Wall Street, como se hace llamar la agrupación de la manifestación) se inició a finales del mes pasado con menos de una docena de estudiantes universitarios que se apostaron días y noches en el parque Zuccotti, una plaza privada en el Bajo Manhattan, dos cuadras al norte de Wall Street. Sin embargo, ahora ya ha crecido considerablemente tanto en Nueva York como en otras partes del país, desde Boston a Los Angeles, donde se despliega la solidaridad en protestas similares.

Moyer-Sims, de Portland, Oregon, dijo que el grupo ha crecido en organización. «Tenemos un protocolo para la mayoría de las cosas», incluyendo para conseguir ayuda legal para las personas arrestadas, aseveró.

La protesta ha atraído a manifestantes de diversas edades y ocupaciones, como Jackie Fellner, una gerente de mercadotecnia del condado de Westchester.

«No estamos aquí para derribar Wall Street. No es cosa de pobres contra ricos. Es sobre el dinero que decide a qué políticos son elegidos y qué programas son financiados», dijo Fellner.

El domingo, un grupo de maestros de escuelas públicas de Nueva York se sentó en la plaza. Entre ellos estaba Denise Martínez, de Brooklyn. La mayoría de sus estudiantes viven en o por debajo de los niveles de pobreza, y sus clases están atiborradas hasta con 50 estudiantes.

«Estos son los futuros trabajadores de Estados Unidos y lo que les dejamos son problemas: el desempleo, el crimen», dijo Martínez. Ella culpa a Wall Street de ser la causa de los problemas financieros del país y dijo que se necesita hacer más para resolverlos.

Policías se ven comúnmente en la plaza, pero el portavoz del Departamento de Policía de Nueva York Paul Browne dijo que la protesta no ha ocasionado que el departamento asigne más policías en el área. El departamento no cambiará su forma de manejar la protesta y seguirá haciendo patrullas regulares y vigilando, dijo.

«Como siempre, si es una manifestación legal, nosotros facilitamos las cosas, y si rompen la ley, los arrestamos», dijo Browne.

El Departamento de Bomberos dijo que ha ido al lugar varias veces durante la semana pasada para revisar que no haya peligro de un incendio por la gente que vive en la plaza, pero no ha habido mayores problemas.

Los manifestantes han pasado la mayor parte del tiempo en la plaza, aunque los pasados dos sábados marcharon a otras partes de la ciudad para tener tensos enfrentamientos con la policía. El 24 de septiembre unas 100 personas fueron arrestadas y el grupo difundió un vídeo donde se muestran mujeres siendo atacadas con gas pimienta por un policía. El 1 de octubre, fueron arrestadas más de 700 personas cuando el grupo intentaba cruzar el puente de Brooklyn.

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