Foro Social alza su voz contra el capitalismo, otra vez, en Porto Alegre

Porto Alegre (Brasil), 24 ene (EFE).- El Foro Social Mundial regresó hoy a su cuna de Porto Alegre para alzar la voz contra el capitalismo, al que acusó de la crisis financiera y la amenaza ambiental que pende sobre el planeta en una multitudinaria marcha que acabó bajo un diluvio.

Con un estilo bien brasileño, al ritmo de tambores y en medio de un auténtico Carnaval, el movimiento contra la globalización marchó con alegría y desenfado pero transmitió un claro mensaje político expresado en cientos de pancartas: «Así como está no puede seguir. Otro mundo es posible».

Ecologistas, sindicatos, partidos de izquierdas, movimientos de mujeres y homosexuales, pacifistas, hippies y activistas de las más diversas corrientes se unieron en un coro que pidió el fin de las guerras y un nuevo modelo económico para superar el «fracaso» del capitalismo.

«Somos el 99 por ciento del planeta, contra el 1 por ciento de los ricos», decían muchos carteles que subrayaban las «diferencias» entre la cita de Porto Alegre y el Foro Económico Mundial, que será inaugurado mañana en la ciudad suiza de Davos.

La manifestación tuvo un marcado acento ecologista, ya que este foro de Porto Alegre es también preparatorio de la «Cumbre de los Pueblos», que el movimiento contra la globalización ha convocado para junio próximo, en paralelo a la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sustentable Río+20, que se realizará en Río de Janeiro.

Grupos como SOS Florestas aprovecharon la marcha para protestar contra la represa de Belo Monte, un coloso de cemento que será la tercera mayor hidroeléctrica del mundo y que el Gobierno brasileño construye en el estado de Pará, en el corazón de la Amazonía.

Los militantes de ese grupo desarrollaron una «performance» de fuerte impacto, que se repitió una y otra vez durante la marcha.

Vestidos de negro, cargaban ataúdes reales que por momentos dejaban en el piso y abrían para mostrar su contenido, que eran cientos de plantas y flores con las que simbolizaban el «entierro de la naturaleza», que atribuyeron al «capitalismo salvaje».

Otros manifestantes centraron su protesta en la crisis financiera y corearon «Hoy es Grecia y mañana pueden ser Brasil y toda América Latina», a cuyos Gobiernos instaron a «no repetir las recetas» del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se plantaron también ante los recortes presupuestarios de algunos Gobiernos de la región, incluidos los determinados por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y clamaron por una mayor presencia del Estado en la economía para ponerle «freno al mercado depredador».

Como en todas las citas del movimiento contra la globalización, también se protestó contra las amenazas de guerra en Oriente Medio y el resto del mundo.

En medio de la multitud, que fue calculada por la Policía en unas 15.000 personas, contra las 50.000 que esperaban los organizadores, marcharon también grupos de colombianas que pedían paz en su país y en América Latina.

«No parimos hijos para la guerra y no queremos ni una guerra que nos mate ni una paz que nos oprima», declaró a Efe Nelsi Ariza, del movimiento Ruta Pacífica de Mujeres, de la ciudad de Cartagena de Indias.

Cuando la marcha llegaba a su clímax, una torrencial lluvia se ocupó de dispersar a muchos de los activistas pero al mismo tiempo le dio un aire más festivo a la manifestación, que concluyó sin ningún incidente.

A partir de mañana, y hasta el próximo domingo, el Foro Social se sumergirá en densos debates que estarán centrados en la búsqueda de alternativas al capitalismo, la defensa del medio ambiente, la paz y los derechos humanos, que son los grandes ejes del movimiento desde que nació, en 2001, en esta misma ciudad del sur de Brasil. EFE

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