Argentina nacionaliza YPF y echa a la calle a los españoles de Repsol

El representante del Gobierno argentino en Repsol-YPF, Roberto Baratta, ha llegado a la sede de la empresa en Buenos Aires con un listado de nombres para expulsarlos inmediatamente de la sede tras el anuncio de su nacionalización. Entre los primeros en salir se encuentra el directivo español Antonio Gomis.

Los enviados del Gobierno han conminado a los directivos españoles a hacer sus cajas de forma inmediata y les han obligado a salir a la calle, según reporta el diario español El País.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, dijo este lunes que propuso al Parlamento la expropiación del 51 % del capital de YPF para poner fin a «una política de vaciamiento» de la petrolera controlada por la española Repsol, lo que ha provocado la inmediata reacción del Gobierno de España y de la Comisión Europea.

«De proseguir la política de vaciamiento, con no producción y no exploración, prácticamente nos convertiríamos en un país inviable, no por falta de recursos sino por políticas empresariales», subrayó.

Fernández anunció en un acto en la sede del Gobierno que enviará «hoy mismo» al Congreso un proyecto de ley «de 19 artículos, con 50 páginas de fundamentos claros y precisos» para expropiar el 51 % de YPF para «recuperar la soberanía hidrocarburífera».

Fuentes del Palacio de la Moncloa, sede de la Presidencia del Gobierno español, señalaron que se está estudiando la decisión del Ejecutivo argentino para dar una «respuesta adecuada» a los intereses de España.

Desde Bruselas, el portavoz europeo de Comercio, John Clancy, señaló que «una expropiación por parte del Gobierno argentino enviaría una señal muy negativa a inversores, nacionales e internacionales y podría dañar seriamente el clima de negocios» en el país suramericano.

De las acciones expropiadas, el 51 por ciento pasarán a estar bajo control del Estado y el 49 por ciento restante se distribuirán entre las provincias, de acuerdo con el proyecto de ley, de 19 artículos.

La mandataria dijo hoy que su propuesta intenta poner fin a «una política de vaciamiento» de YPF.

«De proseguir la política de vaciamiento, con no producción y no exploración, prácticamente nos convertiríamos en un país inviable, no por falta de recursos sino por políticas empresariales», subrayó Fernández.

La presidenta decretó que el ministro de Planificación, Julio de Vido, asuma la intervención de la compañía, con la asistencia del viceministro de Economía, Axel Kicillof, a quien medios locales señalan como uno de los principales impulsores de la expropiación de la petrolera.

Tras el anuncio, el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación de Argentina, Roberto Baratta, se presentó en la sede corporativa de YPF para hacer efectiva la intervención de la compañía, confirmaron a Efe fuentes de la petrolera.

La importancia para el Ejecutivo de Fernández radica en que YPF es una de las mayores empresas argentinas, columna vertebral del mercado de hidrocarburos y una marca asociada en el imaginario popular a un pasado de esplendor del país.

El anuncio de la expropiación de YPF se produce tras cuatro meses de presiones del Gobierno argentino a la empresa, a la que acusa de una caída en la producción por falta de inversiones. Desde enero, cuando comenzó dicho conflicto, los títulos de la petrolera han acumulado una caída del 26,58 % y su capitalización bursátil es de unos 11.000 millones de dólares.

Fundada en 1922, quince años después del descubrimiento de petróleo en Argentina, Yacimientos Petrolíferos Fiscales fue una de las empresas pioneras en el mundo como petrolera estatal integrada verticalmente.

La empresa cayó dentro de la ola privatizadora del gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y en enero de 1999 Repsol entró en YPF al comprar al Estado argentino el 14,9 % de la petrolera por unos 2.000 millones de dólares.

En abril de ese mismo año, Repsol lanzó una oferta pública de adquisición por el resto del capital de YPF, que supuso valorar la compañía en unos 13.400 millones de dólares.

En 2007, el grupo argentino Petersen, de la familia Eskenazi, afín al entonces presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual mandataria, compró el 14,9 % de YPF a Repsol y en mayo de 2011 adquirió un 10 % adicional.

YPF, participada en un 57,43 % por Repsol y un 25,46 % por el grupo argentino Petersen, ha visto cómo en las últimas semanas seis provincias argentinas revocaron una quincena de licencias para operar y otras dos la conminaron a aumentar sus inversiones bajo amenaza de cancelarle permisos de explotación. EFE

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