Nuevo embajador prevé aumento de inversión española en Ecuador

El nuevo embajador de España en Ecuador, Víctor Fagilde, cree que existe una «complementariedad» económica entre ambos países y por ello pronosticó un aumento de la llegada de empresas españolas con el acicate de la crisis.

«No en todos los países queda todo por hacer. Hay países en donde la capacidad inversora tiene unas expectativas de futuro mayores. Las expectativas en Ecuador en este momento son serias, amplias y con una proyección de futuro fuerte», dijo el diplomático en una entrevista con Efe.

Fagilde, de 61 años y natural de la ciudad gallega de Orense, presentó el jueves sus cartas credenciales al Ejecutivo ecuatoriano, con lo que inició oficialmente su actividad diplomática.

Ha pasado la mayoría de su carrera en América Latina, con puestos como embajador en Guatemala y Bolivia, y cónsul general en Río de Janeiro y Santiago de Chile, su último destino.

Fragilde define la relación entre Ecuador y España como «magnífica, estrecha y directa», y destaca que ambos países cuentan con «agendas» y «valores» comunes que van más allá de los gobiernos de turno respectivos.

«Entenderse en los temas de fondo no es nada complicado, luego al final a uno le gusta el Madrid y a otro el Barcelona, pero no olvidemos que en un caso o el otro a ambos les gusta el fútbol», dijo el diplomático.

En el país andino ve mucho campo para la presencia española, especialmente porque sus compañías buscan «escenarios alternativos» por la crisis en su mercado interno.

A su juicio, existe «una complementariedad importante entre las necesidades operativas que tiene el país y las facilidades que tienen las empresas españolas, su «know how», su modo de ver las cosas».

Ve potencial en Ecuador para las compañías de infraestructuras, pesca, comunicaciones, tecnología y energías alternativas, entre otras.

El país andino creció el año pasado un 7,8 % gracias a la bonanza del petróleo, su principal exportación, lo que ha permitido al Gobierno aumentar el gasto público y la inversión. En comparación, España registró un anémico 0,7 % en 2011 y a finales de año volvió a caer en recesión.

La proyección de las empresas españolas en América recibió un jarro de agua fría con la reciente expropiación de las acciones de Repsol en la petrolera YPF por parte del Gobierno de Argentina.

Pese al discurso nacionalista del presidente de Ecuador, Rafael Correa, el embajador dijo no creer que pueda pasar algo similar en el país andino, donde Repsol es la mayor productora privada de petróleo con un bombeo de unos 45.000 barriles por día a finales del año pasado.

«Hay una relación de satisfacción mutua entre la empresa y el Gobierno», dijo el embajador.

Repsol aceptó en 2010 un nuevo modelo de contrato impuesto por el Ejecutivo por el cual recibe una tarifa fija por cada barril extraído, mientras que el petróleo es propiedad del Estado, por lo que cualquier alza en su precio redunda en beneficio de Ecuador.

En la entrevista, Fragilde admitió que España reducirá la ayuda que destina a Ecuador, actualmente 23 millones de dólares al año, aunque dijo no saber aún en cuánto, como resultado de la reducción del 70% de los fondos de cooperación decretada por el Gobierno.

Uno de sus destinos ha sido el proyecto Yasuní-ITT, por el cual el Ejecutivo ecuatoriano pide una compensación internacional de 3.600 millones de dólares a cambio de no explotar una reserva de petróleo en un parque amazónico.

España ha donado 1,4 millones de dólares, explicó el embajador, que dijo no saber si habrá aportes adicionales, aunque enfatizó el respaldo de su país a la iniciativa.

«España cree en el proyecto por el proyecto, y porque Ecuador cree en él», afirmó. EFE