Alertan de peligro ambiental y cultural por licitación petrolera en Ecuador

Quito, (EFE).- La XI Ronda petrolera que se abrirá a licitación la próxima semana para bloques en la zona centro sur de la Amazonía ecuatoriana puede afectar al medioambiente así como a las comunidades del lugar, según un estudio sobre la biodiversidad de la región revelado hoy en Quito.

La Universidad Andina y la Fundación Pachamama, una organización sin fines de lucro que trabaja con las comunidades indígenas en la zona desde 1997, ha realizado en los últimos seis meses el informe, cuya segunda parte se elaborará en 2013.

El documento señala que la explotación petrolera «podría afectar de forma irreversible su biodiversidad y patrimonio cultural únicos».

En el estudio, algunos de cuyos resultados se presentaron hoy a la prensa, se apunta que la Amazonía centro-sur mantiene aún el 85 % de su territorio cubierto de bosques primarios y el 54 % de su población es indígena, de comunidades kichwas, shuar, achuar, záparas y cofán, entre otras.

La apertura de la XI ronda, prevista para el próximo 28 de noviembre, «podría marcar el inicio de la expansión de la explotación hidrocarburífera al sur-este del país», con las consecuentes afectaciones para el medioambiente.

Basado en datos oficiales que no especificó, Carlos Larrea, coordinador del estudio, señaló que Ecuador tiene reservas petroleras por aproximadamente 3.500 millones de barriles.

«Si se encuentra petróleo en la Amazonía centro-sur, en cantidades rentables, las expectativas de reservas probables alcanzan 300 millones de barriles», dijo Larrea al indicar que con esto, Ecuador en «vez de tener 20 años más de exportaciones (petroleras), podríamos tener 22 años más» de ventas.

Por ello se preguntó si vale la pena poner en riesgo la conservación «del área biológicamente más importante del hemisferio occidental por dos años más de extracción petrolera».

Al anunciar en octubre pasado la apertura a la licitación, el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor, señaló que se cree que la zona puede contener entre 400 millones y 1.600 millones de barriles, una parte de los cuales se sacaría a través de Perú.

El país otorgará 13 bloques a empresas privadas o públicas, y otros 3 bloques serán adjudicados de forma directa a compañías estatales extranjeras en asociación con la ecuatoriana Petroamazonas. El ministro dijo prever que las empresas ganadoras inviertan en los bloques entre 1.000 y 1.200 millones de dólares.

Entre las compañías interesadas están la española Repsol, la italiana Agip y las chinas Andes y Sinopec, así como las entidades petroleras estatales de Perú, Colombia, México, Turquía, Vietnam e Indonesia, entre otras.

La licitación, que se iba a abrir en octubre, se aplazó a noviembre para tener listos los acuerdos con las comunidades que viven en esas zonas.

El ministro dijo que el Gobierno ha firmado acuerdos con algunas de ellas, que establecen la inversión social que harán las empresas que operen los bloques, pero reconoció que «hay resistencia en otros casos».

Posteriormente, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) anunció que pedirá a la ONU y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que constaten el proceso de consulta previa que realiza el Gobierno en las comunidades de la Amazonía sobre la apertura de las nuevas explotaciones petroleras.

Mario Merlo, asesor de la Fundación Pachamama, consideró que «el sacrificio que implica la nueva ronda petrolera no es consecuente con las bajas expectativas de mejores condiciones de vida para Ecuador».

«Pedimos que se respeten los derechos constitucionales. Las organizaciones indígenas con quien venimos trabajando desde hace muchos años se han pronunciado en contra de la ronda petrolera y consideramos que ese pronunciamiento debe ser escuchado, respetado», dijo Merlo en la reunión con la prensa. EFE

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