El «Viernes Negro» parece extenderse a dos días

NUEVA YORK (AP) — Esta temporada prenavideña podría ser el fin del Viernes Negro tal como se había concebido en Estados Unidos durante décadas.

Por mucho tiempo, los establecimientos comerciales abrían sus puertas en horas de la madrugada después del día de Acción de Gracias. Pero este año, cadenas importantes como Target y Sears animaron a los consumidores a dejar la celebración de lado, en muchos casos interrumpiendo la sobremesa familiar, para precipitarse a la vorágine de las compras y convertir el día tradicionalmente considerado de mayor consumo en los negocios de ventas minoristas en una jornada de dos días.

Pese a las protestas de algunos empleados, tanto a los establecimientos como a los compradores pareció gustarles. Algunas personas se fueron de compras con la barriga llena. En otras palabras, dejaron su mesa tendida después de comer para lanzarse a las tiendas. Otros tomaron una siesta después de la gran cena y se fueron al centro comercial antes del amanecer del Viernes Negro.

Foto AP/Tony Dejak
«Comí el pavo y me vine directamente para aquí», relató Rasheed Ali, un universitario de la ciudad de Nueva York, quien se compró un televisor de 50 pulgadas por 349 dólares y una máquina de coser por 50 dólares cuando Target abrió a las 9 de la noche del mismo Día de Acción de Gracias. «Después volveré a la casa a comer más», agregó.

Este nuevo estilo podría convertirse en una nueva tradición de consumo en la temporada de fiestas.

«Se trata de una combinación de Jueves y Viernes Negros», comentó Jackie Fernández, una experta en negocios de ventas al minoristas de la firma consultora Deloitte. «Ahora esto se convertirá en la nueva norma de cómo compramos».

No se tendrá en claro por unos cuántos día cuántos compradores aprovecharon las ventas de las horas de Acción de Gracias. Pero un 17% de personas dijo a comienzos de mes que tenían previsto comprar en las tiendas que abran el mismo día de la celebración, informó el Consejo Internacional de Centros Comerciales-Goldman Sachs de acuerdo con una encuesta de 1.000 consumidores.

Mientras tanto, un 33% tenía la intención de comprar en Viernes Negro, 1% menos que el año pasado. En conjunto, se calcula que las ventas del Viernes Negro aumentarán 3,8% a 11.400 millones de dólares este año, según la empresa tecnológica ShopperTrak, que no incluyó en su pronóstico las ventas del Día de Acción de Gracias.

Después del año pasado, cuando probaron cómo responderían los clientes a la decisión de abrir más temprano, tiendas como Target y Toys R Us recibieron a las multitudes de consumidores desde el día anterior. Esto hizo que los consumidores más comprometidos con la misión de encontrar las mejores ofertas durante el Viernes Negro se toparan con un dilema: ¿Lidiar con las aglomeraciones ahora o después?

Para cuando Lori Chandler, de 54 años, y su esposo Sam, de 55, llegaron al Wal-Mart de Greenville en Carolina del Sur, ya habían visitado varias tiendas, incluyendo Target y Best Buy. De hecho comenzaron a comprar desde la medianoche.

«Es una tradición», dijo Lori mientras buscaba algunos juguetes para sus cuatro nietos. Sam sonriente agregó, «con los años hemos aprendido que tienes que formarte en la fila y rezar».

Elizabeth García, representante de ventas en el distrito del Bronx en la ciudad de Nueva York, decidió empezar más tarde —a las 3:30 de la mañana— en el Toys R Us de Times Square. García, que tiene tres niños de 3, 5 y 7 años, prefirió llegar a esa hora para evitar las multitudes en las tiendas que abrieron a las 8 de la noche del Día de Acción de Gracias. Cree que fue la mejor decisión: el año pasado casi se peleó por un sillón de Campanita (Tinker Bell), pero este año las cosas están mucho más calmadas.

«Este año no quería matar gente», comentó.

La apertura anticipada es un esfuerzo de las tiendas para alentar a que los estadounidenses consuman. Muchos comerciantes temen que la gente no esté dispuesta a gastar grandes cantidades durante los dos meses de fin de año debido a la incertidumbre económica.

Numerosos compradores están preocupados por el elevado desempleo y el paquete de aumentos fiscales y recortes de gastos conocido como «precipicio fiscal», el cual entrará en vigor a partir de enero a menos que el gobierno y el Congreso lleguen a un acuerdo presupuestal.

Además, los estadounidenses en general han llegado a sentirse más cómodos comprando en cibersitios que les ofrecen precios baratos y la conveniencia de adquirir artículos como teléfonos multifuncionales, computadoras personales y tabletas desde prácticamente cualquier lugar.

Esto ha ejercido presión competitiva a las tiendas tradicionales, que llegan a percibir hasta 40% de sus ingresos anuales en los dos meses que dura la temporada de compras de fin de año. La situación se ha complicado: la Federación Nacional de Minoristas, una agrupación industrial, calcula que las ventas totales de noviembre y diciembre aumentarán 4,1% este año a 586.100 millones de dólares, casi el mismo crecimiento que el año pasado. Pero la parte de internet crecería 15% a 68.400 millones de dólares, de acuerdo con Forrester Research.

Unas 11.000 personas estaban formadas junto a los muros de la tienda de Macy’s en la plaza Herald Square de la ciudad de Nueva York, cuando abrió. Joan Riedewald, quien trabaja cuidando ancianos, estaba presente, con sus cuatro hijos, de entre 6 y 18 años. Al ingresar a esa tienda departamental Riedewalde ya había gastado unos 100 dólares en Toys R Us y tenía previsto erogar otros 500 en Macy’s para luego seguir en Old Navy.

«Yo sólo compro las gangas», explicó.

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Mae Anderson y Anne D’Innocenzio en Nueva York; Mitch Weiss en Carolina del Sur; Stephen Singer en Connecticut, y Tom Krisher en Michigan colaboraron con este despacho.

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