Gobierno y Nissan analizan inserción de autos eléctricos en Quito

El Gobierno de Ecuador y la empresa automotriz Nissan buscarán mecanismos para introducir autos eléctricos en Quito y adjudicar un porcentaje de su venta al proyecto ambiental Yasuní ITT, que busca dejar en tierra el petróleo de una parte de la Amazonía, informó hoy una fuente oficial.

La coordinadora del proyecto Yasuní ITT, Ivonne Baki, anunció en rueda de prensa la llegada de un representante de Nissan en el marco de las gestiones que lleva a cabo Ecuador en busca de una mayor recaudación para la iniciativa ambiental.

«Viene especialmente la próxima semana para ver la forma en que podemos trabajar conjuntamente para tener carros eléctricos, empezando en Quito«, explicó Baki.

Baki se declaró «muy contenta» porque el presidente de la Alianza Renault Nissan, Carlos Ghosn, «está muy entusiasmado» con la idea de crear el auto eléctrico para Ecuador.

«La idea es crear el carro eléctrico que venga a Ecuador, generar de las ventas un porcentaje que vaya al fondo, (y) nos van a dar un aporte también aparte al Yasuní«, explicó Baki sin detallar cantidades.

Añadió que también analizan la infraestructura que necesitarán para la carga de los vehículos y el nombre que tendrá el auto en Ecuador, que deberá estar vinculado con el Yasuní.

El Gobierno ecuatoriano lanzó hace seis años este proyecto, con el que pide una «corresponsabilidad» económica de la comunidad internacional para no explotar el crudo que se encuentra en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), situados en el Parque Nacional Yasuní, ubicado en un sector de la Amazonía considerado uno de los de más alta concentración de biodiversidad del planeta.

Con ello, además, se evitaría la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono, que se generaría con la combustión del hidrocarburo.

El Ejecutivo busca al momento mecanismos para «fortalecer» el proceso de recaudación de fondos para el proyecto Yasuní con el fin de mantener bajo tierra cerca de 800 millones de barriles de petróleo si se consiguen los recursos que reportaría la extracción del crudo.

Baki dijo que reforzarán el trabajo en la sociedad civil y se concentrarán también en las redes sociales, aunque aseguró que mantendrán los esfuerzos por lograr aportes de gobiernos.

Mantienen en carpeta acercamientos con empresas en busca de alianzas en beneficio del Yasuní y precisamente hoy Baki suscribió un acuerdo con la empresa Pacificard, que anunció la entrega del 0,15 % del valor de una tarjeta para compras que sacará a la venta desde septiembre próximo.

A principios de mes, los responsables del proyecto se reunieron con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, para evaluar los avances en la obtención de los recursos.

«El proyecto sigue. Nunca va a morir el Yasuní«, dijo hoy Baki al asegurar que tendrán una nueva reunión «para fortalecer la iniciativa».

Los fondos recaudados ascendían a unos 210 millones de dólares a mediados de junio, según dijo entonces a Efe la coordinadora del proyecto, quien indicó que en ese momento deberían haberse conseguido unos «500 millones de dólares» entre el fideicomiso creado al efecto y la cooperación para la iniciativa.

En mayo pasado, Correa dijo que a finales de junio o principios de julio decidirá si se mantiene el proyecto Yasuní ITT o si se procede a su «explotación responsable».

El jefe de Estado dijo entonces que el pueblo ecuatoriano no puede ser el «tonto útil» de nadie y señaló que tras la revisión anunciada del proyecto ambiental Yasuní ITT tomará una decisión «en función de las necesidades del pueblo», si no halla respuesta de la comunidad internacional y no se han cumplido los objetivos.

El bloque petrolero ITT se sitúa en un extremo del Parque Nacional Yasuní, en el noreste de la selva amazónica ecuatoriana.

Este parque, de unas 982.000 hectáreas en la cuenca del río Napo, fue declarado en 1989 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Reserva Mundial de la Biosfera. EFE

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