Empleados de comida rápida protestan en EE.UU en demanda de mejora salarial

Chicago (EE.UU.), 29 ago (EFE).- Los trabajadores de comida rápida de más de 50 ciudades de Estados Unidos realizaron hoy una huelga de 24 horas en reclamo de un aumento del salario mínimo y el derecho a formar sindicatos sin represalias de sus empleadores.

Empleados de McDonald’s, Wendy’s, Subway, Burguer King y de otras cadenas de restaurantes abandonaron sus tareas desde temprano en la mañana para realizar protestas contra una industria que factura miles de millones de dólares anuales y es acusada de pagar salarios bajos y ofrecer empleos de medio tiempo, sin beneficios.

En declaraciones a Efe, el secretario-tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU, en inglés), Eliseo Medina, aseguró que las huelgas de hoy «son una clara y firme señal de que los trabajadores de la comida rápida están hartos de tratar de sobrevivir con salarios de pobreza y quieren un salario que alcance para vivir»

Como dijo ayer el presidente Barack Obama, «las desigualdades salariales y de oportunidades son una tarea inconclusa en EE.UU.. Hoy, los trabajadores de comida rápida se han pronunciado, y el SEIU se enorgullece de apoyarlos», afirmó Medina.

La principal demanda de estos trabajadores es un sueldo mínimo de 15 dólares por hora. En la actualidad el sueldo mínimo nacional es de 7,25 dólares por hora, mientras que el salario medio en los restaurantes es de unos 9 dólares la hora.

Las protestas recorrieron las principales ciudades de Estados Unidos, aunque Chicago se convirtió en una de las más activas y allí un grupo de trabajadores del restaurante Rock & Roll McDonald’s, el más grande y moderno de Chicago, dejaron sus puestos y se unieron al grupo de manifestantes, que usaban máscaras de Ronald McDonald y portaban carteles donde se leía «Salarios bajos, miles de millones en ganancias. ¡Los trabajadores de McDonald’s valen más!».

«Estamos inspirados y alentados por una acción que se extendió a muchas ciudades», declaró Lissette Herrera, que aseguró que si los empleados no se unen en esta lucha «nada va a cambiar».

Jorge Mújica, de Arise Chicago, dijo a Efe que, aunque los trabajadores en huelga están protegidos por la ley contra represalias, mañana regresarán a sus puestos «acompañados por clérigos y representantes comunitarios que explicarán la acción a los supervisores y patrones para que no haya sanciones de ningún tipo».

En Nueva York decenas de trabajadores, algunos vestidos con camisetas anaranjadas y apoyados por sindicatos, políticos, organizaciones comunitarias y otros neoyorquinos, se convocaron en la popular plaza de Union Square portando carteles.

En los mismos se podían leer mensajes como «en huelga: no se puede vivir con 7,25 dólares» la hora, «es tiempo de cambio» o «bajos salarios» no son buenos y gritando la ya emblemática consigna de «sí se puede».

El vicepresidente de la Federación Nacional de Minoristas, Bill Thorne, calificó hoy la huelga de los trabajadores como un teatro orquestado por los sindicatos.

«El truco publicitario de hoy es sólo una prueba más de que el movimiento sindical no sólo está cada vez más mermado, sino de que han abdicado de su papel en una discusión racional y honesta sobre la fuerza laboral en EE.UU.», dijo Thorne.

Por su parte, la Asociación Nacional de Restaurantes afirmó que solo el 5 % de los empleados del sector reciben el salario mínimo nacional, y de ellos 7 de cada 10 son menores de 25 años.

McDonald’s afirmó en un comunicado que ofrece salarios competitivos y beneficios a sus empleados y que su historia está «llena de ejemplos de personas que tuvieron su primer empleo en McDonald’s y luego tuvieron carreras exitosas dentro y fuera de la empresa».

La firma Burger King señaló que el 99 % de sus restaurantes en Estados Unidos es propiedad de concesionarios que toman sus propias decisiones sobre la contratación, el despido y el pago de los trabajadores.

Las protestas se repitieron en otras partes del país, como Boston (Massachusetts), Memphis (Tennessee), Alameda y Los Ángeles (California) o ciudades de Carolina del Norte, donde los trabajadores de diferentes cadenas de comida rápida se unieron hoy por primera vez a estas protestas a nivel nacional.

Decenas de trabajadores en las ciudades de Raleigh, Charlotte, Durham y Greensboro marcharon frente a varios restaurantes acompañados de miembros de coaliciones religiosas y organizaciones comunitarias. EFE

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