La Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York rechazó este jueves una recusación presentada por los demandantes ecuatorianos de la compañía Chevron en contra del magistrado que presidirá el juicio que comenzará el próximo 15 de octubre y que investigará si existe fraude en la sentencia dictada por un juez ecuatoriano en contra de esa empresa.
En el juicio, Chevron busca demostrar que los ecuatorianos y un abogado que trabaja para ellos utilizaron fraude y sobornos para conseguir una sanción por 18.000 millones de dólares contra Chevron en una corte ecuatoriana.
Abogados de los ecuatorianos han dicho que el juez de distrito Lewis Kaplan, quien presidirá el próximo juicio, ha ignorado un fallo a su favor de la corte de apelaciones del Segundo Distrito de Estados Unidos y pidieron que fuera reemplazado.
En una breve orden el jueves, un panel de tres jueces de la corte de apelaciones rechazó la solicitud.
Los magistrados no entregaron una justificación para su orden, pero en una audiencia horas antes de los jueces sugirieron que la solicitud era prematura.
Los ecuatorianos podrán apelar si pierden en el juicio, dijo el juez de circuito Barrington Parker en la audiencia. «Ustedes pueden volver aquí y conseguir que ese fallo sea dejado de lado», dijo Parker. «Si están en lo correcto, ganarán», agregó.
Otro juez del circuito, Debra Ann Livingston, se preguntó qué era «tan extraordinario» como para aplicar la decisión de la corte de apelaciones antes de que comience el juicio, previsto para el 15 de octubre.
Christopher Gowen, un abogado de los ecuatorianos, dijo que el fallo del Segundo Circuito no detuvo una «inminente parodia» de la justicia, y pidió a Kaplan que conforme un jurado en lugar de decidir el caso por sí solo.
James Craig, portavoz de Chevron, dijo que la compañía está satifecha con el fallo. «Estamos complacidos con la orden de la Corte y estamos listos apra presentar abrumadora evidencia del fraude, la corrupción y extorsión de los demandados en el caso RICO, en el juicio que está próximo a comenzar en Nueva York», dijo Craig.
El caso se deriva de la contaminación ambiental en la selva amazónica entre 1964 y 1992 provocada por el consorcio de la petrolera ecuatoriana CEPE y la norteamericana Texaco, que fue adquirida por Chevron en el 2001.