Rousseff aboga por vuelta de Paraguay al Mercosur pero Cartes no da pistas

Brasilia, 30 sep (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy a su homólogo de Paraguay, Horacio Cartes, y abogó por una rápida reincorporación de ese país al Mercosur, que, tras esta visita, aún se mantiene indefinida y sin plazos para concretarse.

«Mucho nos ayuda su manera de insistir en que volvamos lo más rápido posible al Mercosur», dijo Cartes en una comparecencia ante los periodistas junto a Rousseff, pero evitó dar pistas de cuándo y cómo ocurrirá ese regreso.

Más allá de ese comentario, al menos en público, Cartes no hizo alusiones al Mercosur, aunque declaró su interés en una integración más estrecha entre Brasil y Paraguay, sobre todo en los ámbitos comercial, económico, social y de infraestructuras.

Rousseff coincidió en ese sentido, pero subrayó la «importancia» de la presencia de Paraguay en el Mercosur, del que ese país estuvo suspendido entre el 29 de junio de 2012 y el 15 de agosto pasado, cuando Cartes asumió la Presidencia.

Junto con Argentina, Brasil y Uruguay, Paraguay es uno de los cuatro socios fundadores del bloque, que incorporó a Venezuela el mismo día que, por primera vez, aplicó la llamada «cláusula democrática» y suspendió a uno de sus miembros.

Paraguay fue sancionado después de la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, la cual el Mercosur interpretó como una «ruptura del orden democrático», que consideró luego subsanada con las elecciones del pasado abril y la investidura de Cartes.

Pero mientras el país estuvo suspendido, el Congreso paraguayo discutió la adhesión de Venezuela al Mercosur y la rechazó, lo cual generó un intríngulis jurídico y político aún no resuelto.

Frente a Cartes, Rousseff defendió la incorporación de Venezuela, que preside el Mercosur en este semestre, y afirmó que «al integrar la Patagonia al Caribe», ese proceso «ha ganado un tejido mucho más fuerte».

Rousseff declaró luego a periodistas que Paraguay «está en un proceso de vuelta al Mercosur» y apuntó que Brasil «tiene todo el interés» en que se concrete lo más rápido posible.

Subrayó, además, que el bloque cumplió con su compromiso de que la suspensión de Paraguay «no afectase a la población», ni al comercio ni a los proyectos de desarrollo en ese país.

Como ejemplo, citó la construcción de una línea de transmisión de energía entre Asunción y la represa de Itaipú, que comparten Brasil y Paraguay, la cual dijo que será inaugurada en noviembre próximo.

«Eso es un símbolo de que todo lo que pasó no nos afectó», porque «no dejamos que afectase las relaciones» y «no perjudicamos en ningún momento a la población de Paraguay», declaró Rousseff.

Sobre esa línea de transmisión, agregó que «es una gran obra, que le permitirá a Paraguay atraer nuevas inversiones, contribuirá a una mayor industrialización y ayudará a integrar las cadenas productivas con Brasil» y los otros socios del Mercosur.

En lo bilateral, Rousseff aseguró que confía en que, en «breve plazo», comenzarán las obras para la construcción de un segundo puente entre ambos países sobre el río Paraná, el cual unirá la ciudad paraguaya de Presidente Franco y la brasileña Foz do Iguaçu.

La construcción de ese puente fue acordada en 2008, cuando su coste se calculó en 60 millones de dólares, que serían financiados enteramente por Brasil, pero el proyecto permanece estancado desde entonces.

Rousseff no dio detalles sobre la posible retomada de ese proyecto, pero sostuvo que ese segundo puente le dará un «fuerte impulso» al comercio y hará más fluido el transporte de cargas.

Tras su entrevista con Rousseff, Cartes se reunió con autoridades de la Cámara de Diputados y del Senado, y luego se trasladó al vecino Tribunal Supremo, para una reunión con sus miembros.

Antes de regresar a Asunción, tenía previsto visitar la sede de la Confederación Nacional de la Industria.

Según dijeron a Efe fuentes oficiales paraguayas, en esa reunión Cartes abogará por mayores inversiones brasileñas en proyectos de desarrollo industrial que se planifican en Paraguay.

Según dijo Cartes, su país «tiene hoy un crédito del que antes no gozaba» y no quiere «pedir limosnas ni favores», sino que «quiere sentarse en la mesa grande» para negociar con todos sus socios de «igual a igual». EFE

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