Como apreciación subjetiva calificó Ricardo Patiño a las afirmaciones del embajador de Estados Unidos en Ecuador, Adam Namm, quien aseguró que si el Ecuador decide cancelar el tratado bilateral de inversiones firmado el 27 de agosto de 1993, el efecto sería negativo porque compañías estadounidenses tendrían miedo de invertir en este país, informó Diario El Universo.
Esta reacción del funcionario estadounidense se dio luego de que el Gobierno del presidente Rafael Correa anunciara una auditoría de al menos 26 acuerdos internacionales de ese tipo por considerarlos lesivos para la soberanía ecuatoriana.
Pero según el canciller, «en muchos países del mundo que no tienen tratados bilaterales, las inversiones llegan sin problema» y calificó a estos tratados de «antipatrióticos y perjudiciales para nuestro país, porque se firmaron desgraciadamente en la época neoliberal».
Lo importante para las inversiones privadas, según Patiño, es que las leyes sean claras y en el Ecuador refirió, «tenemos un Código de la Producción y la Constitución que señalan reglas bastantes transparentes para atraer las inversiones privadas… hay claras políticas públicas del Estado ecuatoriano, hay proyectos de inversión, una economía que funciona muy bien y crece sosteniblemente, una inversión social que permite un mercado interno en crecimiento, hay estabilidad política…».
Por lo que insistió en que no se puede «poner todas las condiciones a favor del capital y en contra de los intereses de los ciudadanos».
Sobre el resultado de la gira presidencial por Rusia, Bielorrusia y Francia que concluyó el fin de semana pasado, Patiño dijo que fue fructífera y extraordinariamente buena para los objetivos del Ecuador.
En el caso de Rusia se trabajará en una alianza con la empresa petrolera Rosneft Neft y Petroamazonas para la ronda Sur Oriente. En el caso del gas se buscará una alianza con una de las empresa más grandes del mundo para explotar el gas del Golfo de Guayaquil. «También queremos trabajar con ese país en Termogas de Machala y otros proyectos hidroeléctricos».
Además de impulsar empresas mixtas para producir buses, tractores y camiones.
Con Bielorrusia refirió el aprovechamiento de su experiencia en la construcción de viviendas y en desarrollo tecnológico.
Y con Francia, aprovechar la experiencia de sus centros de desarrollo tecnológico para la universidad Yachay. «Este país europeo nos ha ofrecido su apoyo con una serie de convenios a nivel educativo y talento humano», puntualizó Patiño.