Rousseff y Putin ratifican meta de duplicar su mutuo comercio

Brasilia, 14 jul (EFE).- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, ratificaron hoy su objetivo de duplicar el valor del comercio bilateral y elevarlo hasta 10.000 millones de dólares anuales, durante una reunión previa a la VI Cumbre del foro BRICS.

Rousseff recibió a Putin en Brasilia un día después de que ambos asistieron en Río de Janeiro a la final del Mundial de fútbol, que en 2018 será organizado por Rusia.

La reunión fue previa a la VI Cumbre del grupo BRICS, que Rusia y Brasil integran junto con India, China y Suráfrica, la cual será celebrada mañana en la ciudad nororiental de Fortaleza.

Uno de los asuntos centrales del encuentro bilateral era buscar alternativas para alcanzar la meta que Brasil y Rusia se trazaron hace tres años, en el sentido de llegar a un intercambio comercial de 10.000 millones de dólares anuales.

El año pasado esa cifra fue de 5.560 millones de dólares, con una reducción del 2,2 % respecto a 2012, pero según Rousseff y Putin la meta de duplicarla es «real» y puede ser lograda en el medio plazo, sobre todo por el tamaño de ambas economías.

A fin de ayudar a la búsqueda de ese objetivo, Brasil y Rusia firmaron hoy un acuerdo mediante el cual pretenden potenciar el comercio con la promoción de las inversiones mutuas.

En una comparecencia ante los periodistas junto a Putin, la jefa de Estado brasileña también invitó a Rusia a aprovechar los nichos que existen en Brasil para la inversión extranjera.

«Brasil ofrece innumerables oportunidades en infraestructuras y energía», declaró Rousseff, quien sostuvo que las puertas de su país «están abiertas» para empresas rusas que pretendan invertir en las áreas de petróleo, puertos y ferrocarriles, entre otras.

Putin, por su parte, propuso explorar la posibilidad de negociar un acuerdo de cooperación entre la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de la cual forma parte Brasil, y la Unión Económica Euroasiática, que su país integra con Bielorrusia y Kazajistán.

«En 2015, cuando el acuerdo de unión aduanera con Bielorrusia y Kazajistán entre en vigor, podemos analizar fórmulas de cooperación con los países suramericanos», afirmó Putin.

En el marco de la reunión también fueron firmados otros siete acuerdos en las áreas de defensa, educación, cooperación energética, gas, salud y ciencia y tecnología.

En el apartado de defensa, se acordó proseguir la negociación para la adquisición, por parte de Brasil, de sistemas de defensa antiaérea rusos, que se adelanta desde hace tres años.

La operación, calculada en unos 1.000 millones de dólares, se refiere a la posible adquisición por parte de Brasil de cinco baterías de misiles antiaéreos rusos, tres del tipo Pantsir-S1 y dos del tipo Igla.

Además, se incluirían los correspondientes vehículos auxiliares y armamento completo, que supone una dotación de misiles tierra-aire y cañones de 30 milímetros.

Los presidentes también discutieron algunos asuntos de la agenda internacional y coincidieron en que Brasil y Rusia deben profundizar su cooperación en los organismos internacionales y en especial los financieros.

«Es esencial mantener acciones coordinadas en la agenda del G20, pues será la única forma de hacer del Fondo Monetario Internacional (FMI) un mecanismo realmente multilateral y democrático», declaró la mandataria.

En ese sentido, valoró las alternativas que ofrecerá el banco de desarrollo que será creado por los BRICS, cuya constitución puede ser formalizada mañana durante la VI Cumbre.

«En esta coyuntura y en este mundo tan complejos, vemos a Rusia geopolíticamente integrada al sur del mundo, a un sur que reivindica su identidad», declaró Rousseff al destacar el «gran empeño» ruso en la constitución del banco y de un fondo de reservas de los BRICS.

En el plano político, ambos abogaron por el multilateralismo y subrayaron la necesidad de construir «un mundo de paz, desarrollo y justicia social».

Sin embargo, pasaron de puntillas sobre el conflicto de Crimea, frente al cual Brasil tiene una posición «neutral» y, hasta ahora, se ha limitado a pedir que sea resuelto mediante el diálogo. EFE

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