Cinco naciones planean su propia alternativa a Banco Mundial

Reunión de los países BRICS en Brasil.

Hartos del dominio estadounidense en el sistema financiero global, cinco potencias comerciales emergentes lanzarán esta semana sus propias versiones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica —el grupo BRICS— están buscando «alternativas al orden mundial existente», dijo Harold Trinkunas, director de la Iniciativa América Latina en la Brookings Institution.

En una reunión a realizarse de martes a jueves en Brasil, los cinco países anunciarán un fondo de 100.000 millones de dólares para combatir crisis financieras, su versión del FMI. Además lanzarán una alternativa al Banco Mundial, un nuevo banco que proporcionará préstamos para proyectos de infraestructura en el mundo en desarrollo.

Las cinco naciones invertirán en partes iguales en el llamado tentativamente Nuevo Banco de Desarrollo. Otros países podrían unirse posteriormente.

Las potencias BRICS aún dirimen la ubicación de la sede del banco: Shanghai, Moscú, Nueva Delhi o Johannesburgo. La escaramuza sobre la sede es parte de una batalla más grande para impedir que China, la segunda economía más grande del mundo, domine el nuevo banco de la manera que Estados Unidos ha dominado el Banco Mundial.

El bloque está conformado por países con economías, políticas exteriores y sistemas políticos enormemente diferentes: desde la discordante democracia de India al Estado unipartidista de China.

Sin importar sus diferencias, los países BRICS tienen un deseo compartido de contar con una voz más fuerte en la política económica global. Cada uno de ellos ha tenido experiencias dolorosas con el dominio financiero de Occidente: Ha lidiado con sanciones económicas impuestas por potencias occidentales; o han sido obligados a realizar recortes presupuestarios dolorosos y cumplir otras condiciones estrictas para calificar a préstamos de emergencia del FMI.

Préstamos a naciones en problemas

Ahora, dice Thomas Wright, del Proyecto de Orden Internacional y Estrategia de la Brookings Institution, «ellos quieren una red de seguridad si tienen un disgusto con Occidente».

Los países en desarrollo han estado frustrados también porque el Congreso de Estados Unidos se ha negado a aprobar legislación que proporcione dinero adicional para ayudar a que el FMI haga más préstamos a naciones en problemas. El dinero es parte de un programa más amplio de reforma que proporcionaría a China y otros países en desarrollo más poder de voto en el FMI.

Uri Dadush, un economista del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, no ve problemas con el banco de desarrollo y el fondo de crisis financiera de los países BRICS; pero le preocupa que la decisión de las cinco naciones de salir de las instituciones existentes proporcione más evidencia de «la fractura del sistema (económico) de la posguerra que nos dio tanta paz y prosperidad. El sistema no ha sido capaz de adaptarse a la nueva realidad, al surgimiento de las nuevas potencias». AP

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Foto:EFE

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