Sao Paulo, 14 abr (EFE).- Centrales sindicales y movimientos sociales de Brasil convocaron para mañana a una jornada nacional de protestas, con paralizaciones temporales y movilizaciones, como medida para expresar su rechazo al proyecto de ley que legaliza la tercerización del empleo en todos los sectores de la economía.
«Todas las organizaciones de trabajadores deben convocar a manifestarse de alguna forma porque estamos frente a un fuerte ataque del Congreso Nacional contra los derechos laborales», afirmó hoy Vagner Freitas, presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), la mayor unión de sindicatos del país.
La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada en general y este martes se aprestaba a detallar el proyecto de ley 4330, que amplía para todo los sectores la figura de la tercerización del empleo, con lo cual autoriza a las empresas a contratar prestadores de servicios hasta de la actividad final que prestan.
Hasta el momento, la tercerización es autorizada para actividades no específicas de las empresas contratistas, como limpieza, transporte y seguridad.
Según Freitas, la Consolidación de las Leyes de Trabajo, el régimen laboral que comenzó a ser instaurado en la década de 1940, «será arrojado a la basura si se aprueba la tercerización».
Uno de los focos de la movilización de mañana será frente a la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), la entidad patronal más influyente del país, que es uno de los promotores de la normativa aprobada por la Cámara Baja.
Además de la CUT, otras cuatro centrales sindicales convocaron a las protestas, así como grupos sociales de izquierda como el Movimiento de los Sin Tierra (MST), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST).
Asociaciones de magistrados laboralistas también repudiaron la iniciativa, que, según estadísticas de los sindicatos, permite que las empresas le paguen al trabajador tercerizado un valor en un 24 % menor al entregado al empleado en relación de dependencia.
El proyecto, al que se opone el oficialista Partido de los Trabajadores (PT), aún tiene que ser debatido en el Senado y puede depender del veto de la presidenta Dilma Rousseff, quien afirmó que la nueva ley no puede «afectar los derechos de los trabajadores».
Dirigentes de la CUT, e incluso dos diputados, fueron reprimidos por la Policía frente a la sede del Congreso en Brasilia la semana pasada cuando protestaban contra la sesión que finalmente aprobó en general la ley de tercerización.
Según los organizadores de las protestas, la jornada no es de huelga sino de movilizaciones y paralizaciones para discutir en asambleas y en ambientes de trabajo la nueva normativa. EFE