Salvaguardas de Ecuador son rechazadas en países vecinos y preocupan a Europa

Las medidas comerciales adoptadas recientemente por el Gobierno de Ecuador han generado protestas de sus socios regionales, pese a haber sido respaldadas por la CAN, y han suscitado «algunas preocupaciones» en la Unión Europea y otros miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Las denominadas salvaguardas arancelarias, que imponen nuevas tasas del 5 % al 45 % a 2.800 partidas de importación, entraron en vigor en marzo y fueron refrendadas en junio por la Secretaría General de la Comunidad Andina (CAN), pese a los argumentos en contra de organizaciones comerciales y gobiernos vecinos.

Ecuador aludió en su solicitud de autorización de las medidas de salvaguardia a la CAN el «desequilibrio de su balanza de pagos global» (que cifra en 2.400 millones de dólares), debido a la caída de los precios del petróleo, de las remesas de los emigrantes y la apreciación del dólar, moneda que adoptó en el año 2000 y sobre cuyo cambio no tiene control, a diferencia de sus países vecinos.

La aprobación se produjo pese a los informes en contra de los gobiernos de Colombia y de Perú, que se quejaron de que además se excluyese a Bolivia, discriminando a los demás países de la CAN.

Según cifras de la CAN, las medidas afectan a 846 millones de dólares en importaciones de Colombia, sobre todo textiles, vehículos y piezas, productos agropecuarios y maquinaria, así como a 295 millones en importaciones de Perú, especialmente agropecuarios y textiles.

La subida de tasas está repercutiendo especialmente sobre ciertos gremios de importadores de Ecuador, que han empezado a sufrir aumentos de costos y precios, y la consiguiente disminución de las ventas, pero también sobre sectores de exportadores de los países vecinos, como ha denunciado la Sociedad Nacional de Industrias de Perú.

Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (Ecuador), ha expresado también su oposición a las restricciones comerciales porque no atraen a las inversiones.

«Lo que queremos es abrir los mercados, generar más negocios y más fuentes de empleo», ha dicho.

El Gobierno de Rafael Correa ha asegurado que los aranceles tienen como finalidad proteger la economía nacional reduciendo las importaciones, pero sus vecinos consideran que la medida no está justificada y se trata de poner trabas a los productos que compiten con la producción doméstica buscando las sustitución de importaciones.

Este argumento centra las investigaciones que sobre el caso lleva a cabo la Unión Europea, que desde 2013 tiene un acuerdo comercial con Colombia y Perú, dos de los socios de la CAN.

«Los Tratados de la Organización Mundial del Comercio (OMC) permiten que los miembros adopten medidas sobre la balanza de pagos cuando lo justifique la situación económica del país», dijeron a Efe fuentes comunitarias, que indicaron que ese es el foro donde está ahora el debate sobre las salvaguardas arancelarias ecuatorianas.

En junio, «la UE y otros miembros de la OMC expresaron algunas preocupaciones con respecto a las medidas adoptadas y solicitaron a Ecuador que aporte explicaciones adicionales en la próxima reunión de septiembre», señalaron las fuentes de la UE

«Ecuador ha adoptado sus medidas invocando su situación económica y se están debatiendo en el seno del organismo competente de la OMC, con la participación de la UE», agregaron.

Carlos Posada, director del Instituto de Investigación y Desarrollo del Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima, ha insistido en el contrasentido de permitir la adhesión de Ecuador al acuerdo con la UE y «aceptar que estamos siendo afectados grandemente por las continuas restricciones que nos pone en el comercio».

Ecuador se ha comprometido a que las medidas correctivas no reduzcan sus importaciones equivalentes al promedio de los últimos tres años, pero los socios afectados no ven claro cómo lo hará.

El otro argumento esgrimido por el Gobierno de Correa para el aumento de aranceles es la pérdida de competitividad relativa sufrida por la reciente devaluación de las monedas de Colombia (en un 21 %) y de Perú (en un 7 %) frente al dólar.

El debate sobre este asunto, según los analistas, ha abierto fisuras en la cohesión del bloque andino para establecer acuerdos comerciales internacionales, como ocurrió en 2008, cuando se suspendieron las negociaciones de la CAN con la UE por diferencias en sus visiones y enfoques. EFE [I]

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