Argentina: Presidenta pide a Congreso aval a resolución ONU

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, segunda derecha, se toma una foto con el ministro de Economía, Axel Kicillof, derecha, y el automovilista Marcos Di Palma en un suburbio de Buenos Aires, 9 de septiembre de 2015. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

BUENOS AIRES (AP) — La presidenta Cristina Fernández solicitó el viernes al Congreso que ratifique una reciente resolución de Naciones Unidas impulsada por Argentina para establecer un nuevo marco global que regule los procesos de reestructuración de deuda de los países.

La mandataria anunció en un acto el envío al Parlamento, en el que el oficialismo cuenta con mayoría, de un proyecto de ley que incluye los nueve «principios básicos para la reestructuración de deudas soberanas», aprobados por la Asamblea General el 10 de septiembre.

Argentina impulsó esta iniciativa en ONU como consecuencia de la larga lucha judicial que mantiene con fondos de cobertura estadounidenses —conocidos como «fondos buitre»— que le exigen al país sudamericano el pago de miles de millones de dólares tras los canjes de deuda soberana que realizó hace años.

La resolución habla del derecho de los estados a reestructurar su deuda, de la inmunidad soberana de la que gozan y del respeto que debe tenerse por las mayorías calificadas en los procesos de reestructuración. Propone que si una mayoría de acreedores acepta el arreglo propuesto por un país deudor, el resto debe aceptar esa decisión. El objetivo de la propuesta es proteger a naciones de ataques especulativos de fondos de cobertura.

La mandataria, en un mensaje que fue emitido por cadena de radio y televisión, dijo que la resolución de ONU «es un legado para la humanidad» y agradeció a los 136 países que apoyaron la iniciativa.

En contra votaron Estados Unidos, Israel, Canadá, Japón, Alemania e Inglaterra. Funcionarios estadounidenses dijeron durante el debate que un marco legal para regular las reestructuraciones de deuda generaría incertidumbre en los mercados financieros y que los países no tienen un derecho soberano para fijar un sistema de reestructuraciones de deuda.

Al margen del valor simbólico de la resolución, el gobierno argentino reconoció que no tendrá efectos retroactivos, por lo que no influirá en el proceso judicial ante una corte de Nueva York contra fondos de cobertura estadounidenses liderados por NML Capital Ltd.

El asunto se remonta a 2001 cuando Argentina declaró el cese de pagos de su deuda. Esos bonos fueron reestructurados en 2005 y 2010 y casi la totalidad de los acreedores aceptaron una importante quita de capital por títulos nuevos.

Pero en 2008 otros inversionistas compraron títulos de deuda que habían quedado en cese de pagos. La compra se hizo a bajo precio y automáticamente reclamaron ante la justicia estadounidense el 100% de su valor, por lo que Argentina califica a estos fondos de «buitres».

El juez federal Thomas Griesa falló en 2012 que si Argentina pagaba intereses a acreedores reestructurados entonces también debe pagar los casi 1.600 millones de dólares que debe a los fondos de cobertura estadounidenses. El dictamen se basó en el principio de «pari passu» o tratamiento equitativo. Argentina se ha negado a cumplir la decisión del juez.

 

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