Venezuela expone en Viena su plan para subir barril a entre 70 y 80 dólares

(Foto AP/Fernando Llano)

Caracas, (EFE).- El ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio Del Pino, detallará este miércoles en la reunión que celebrará en Viena la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) con otros no petroleros el plan con el que busca que el crudo se estabilice entre los 70 y 80 dólares el barril.

El también presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) será el encargado de detallar en la capital austríaca, en la II Reunión Técnica entre actores de la OPEP e importantes productores No OPEP, un plan sobre el cual el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha adelantado algunas aristas en los últimos días.

Entre estas destaca que la banda de precios propuesta por la nación suramericana se sustente en una contracción progresiva de la producción ofertada, tanto por miembros como no miembros de la OPEP, un recorte que se vislumbra con escasas posibilidades.

Un precio mínimo de 70 dólares por barril «garantiza las inversiones necesarias para la continuidad de la producción de hidrocarburos a escala mundial y pondría fin a la inestabilidad del mercado petrolero, que hace daño a la economía de las naciones productoras», dijo Maduro el viernes pasado.

Los precios han descendido por debajo de los 50 dólares el barril, desde los más de 110 dólares registrados a mediados de 2014, entre otras causas, debido al superávit de la oferta mundial.

La OPEP está bombeando actualmente 31,57 millones de barriles diarios, muy por encima de los 30 millones que se autoimpuso en el papel, contribuyendo así a la caída de precios que no se estabiliza.

«La actual inestabilidad repercute directamente en las economías de productores y (especialmente) nuestros países del sur, y amenaza con hacer inviables las inversiones necesarias para el sostenimiento en el mediano plazo de la producción petrolera global», alertó Maduro.

Con la intención de frenar el repunte de la oferta y la consiguiente caída de los precios, el Gobierno venezolano ha efectuado este año tres giras internacionales, dos presidenciales y una encabezada por su canciller, Delcy Rodríguez, por países de la OPEP y otros que no forman parte del cartel.

En otros casos, Maduro, Rodríguez y Del Pino han recibido en Caracas a diferentes autoridades de países petroleros, miembros y no de la OPEP.

En una última gira por Rusia, China y otras naciones el mes pasado, Maduro repitió que los productores deben encontrar alguna fórmula que reconozca la relación directa que existe entre el precio y el hecho de que el crudo es un recurso natural no renovable de alto impacto en la dinámica contemporánea productiva global.

Es decir, se trata de «la valorización justa de tan importante recurso» que además de la dinámica propia de la oferta y la demanda registra adicionalmente «actuaciones decisivas» de factores especulativos, a decir de Maduro.

Sea una banda de precios o al menos la fijación de «un precio base» mínimo, que incluso podría ser cambiante, según el área geográfica donde se produzca cada barril, se trata de que los productores acuerden «responsablemente» qué hacer, ha dicho Maduro.

Antes del encuentro este miércoles y jueves en Viena, Maduro dijo que debe realizarse una cumbre que «tiene que ser de jefes de Estado», porque se deben «tomar decisiones» al más alto nivel.

La OPEP debe asumir un papel de «nuevo motor de una nueva alianza» entre productores, opinó el gobernante de Venezuela, país que junto a Ecuador son los dos únicos de Suramérica que integran el cartel y que tienen políticas petroleras coincidentes.

Maduro ha sostenido varias reuniones este año con las autoridades de Rusia en ese empeño, incluido su colega, Vladímir Putin, pero tras ellas el ministro ruso de Energía, Alexandr Nóvak, alertó que Rusia discrepa con los llamamientos a reducir la producción.

«Cada cierto tiempo Venezuela, Argelia y Ecuador se dirigen a nosotros, pero nuestra posición no ha cambiado: consideramos que una reducción artificial no traerá ningún beneficio. Al contrario, sólo agravará la situación», dijo Nóvak el 16 de septiembre pasado.

Esa política de contracción de la oferta «puede producir algún efecto a corto plazo, pero no en un futuro», añadió. EFE

(I)

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