El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González, pidió hoy a los empresarios ser «comprensivos y creativos» ante el recorte de 100.000 millones de pesos (unos 5.615 millones de dólares) al gasto de la firma, luego de reconocer que impactará en el sector.
«Estamos empezando en Pemex, dentro de la institución, a hacer los ajustes que necesitemos, y a muchos de ustedes les van a repercutir estos ajustes», admitió en un evento organizado por la revista Petróleo y Energía.
En este contexto, el director de la petrolera fue claro: «Aquí les pido que seamos comprensivos y creativos para enfrentar estas situaciones».
Apuntó que el sector -reunido en este evento que contó con la asistencia de la subsecretaria de Hidrocarburos, Lourdes Melgar, entre otros- ha de entender que «no es lo mismo estar contratando» con precios de 50 o 100 dólares por barril que a los 25 dólares actuales.
«Habrá actividades que no vamos a poder hacer en el grado en que las estábamos haciendo, pero vamos a estar dispuestos a buscar soluciones creativas», afirmó.
Estas serán «para el bien de la empresa, que es para el bien del sector energético y para el bien del país», aseveró.
En el evento, que arrancó con un retraso de dos horas, González, nombrado en febrero al frente de la petrolera mexicana, repasó los motivos para el severo ajuste.
Recordó que la firma, que en 2015 registró una pérdida neta de 30.315 millones de dólares, casi el doble que en 2014, está atravesando «una difícil situación» de liquidez, si bien es «ampliamente solvente».
En su turno, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (AMIPE), Erik Legorreta, definió a Pemex como un ente «estratégico» para la industria en el marco de la reforma que abrió el sector a la iniciativa privada tras casi ocho décadas de monopolio.
«Pemex es el catalizador idóneo de la inversión privada, que podría llegar a más de 50.000 millones de dólares en los próximos 10 años», apuntó.
Señaló que la industria genera 900.000 empleos directos y cerca de 3,5 millones de empleos indirectos y aporta 5,5 % del producto interno bruto (PIB).
En este nuevo contexto, remarcó que el capital privado ha de «aprovechar el espacio y oportunidad que no tuvo por años».
Por ello, dijo que desde la AMIPE se buscará fortalecer el diálogo con la empresa pública, a la vez que incentivará que las firmas del sector evolucionen de «proveedores y contratistas» a socios estratégicos que apuestan por ser más eficientes y competitivos.
Legorreta mencionó el convulso momento que vive la industria energética en el mundo, marcado por la volatilidad de los precios del crudo, la autosuficiencia energética en Estado Unidos y la explotación del shale. EFE (I)