Vaticano aumenta vigilancia sobre transacciones sospechosas

El papa Francisco llega a una audiencia con empleados del Instituto Nacional de Seguridad Social Italiano (INPS), en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el sábado 7 de noviembre de 2015. (Foto AP/Alessandra Tarantino)

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El organismo de supervisión financiera en el Vaticano recibió el año pasado 544 reportes sobre transacciones financieras sospechosas, gracias en gran parte a nuevos esfuerzos por identificar a los posibles evasores de impuestos que utilizan el banco del Vaticano para esconder dinero, afirmó la institución el jueves.

La Autoridad de Información Financiera dijo en su informe anual que había derivado 17 casos a la fiscalía vaticana para su posible investigación, un aumento en comparación con siete del año anterior. Un informe europeo instó en diciembre a la fiscalía a presentar cargos en alguno de esos casos, algo que no ha sucedido por el momento.

Desde 2011 se han reportado 36 de las 900 transacciones sospechosas para su posible investigación.

El Vaticano creó en 2010 un organismo supervisor para cumplir con las normas contra el blanqueo de dinero y dejar atrás su imagen de paraíso fiscal.

El esfuerzo por lograr una mayor transparencia fiscal fue más allá de la etapa inicial de aplicar normas contables internacionalmente aceptadas, parte del esfuerzo del papa Francisco por reformar la burocracia del Vaticano.

El trabajoso proceso se puso en evidencia en las últimas semanas después que la Santa Sede firmó y más tardesuspendió, un contrato de auditoría con PricewaterhouseCoopers. El Vaticano dijo que la suspensión no se debía a ninguna resistencia a someterse a la auditoría sino a interrogantes sobre «el significado y alcance» del contrato y cómo se concretaría, pero la suspensión puso de manifiesto una *puja interna entre los dos centros de poder en el Vaticano: el secretariado de estado y la nueva secretaría de economía encabezada por el cardenal australiano George Pell.

Pell contactó a PwC para hacer la auditoría y firmó el contrato, pese a que la Santa Sede tiene su propio auditor general. La secretaría de estado entonces suspendió el contrato, la más reciente de varias iniciativas de Pell por tratar de asumir el control de las finanzas del Vaticano. (I)

Más relacionadas