La economía mexicana da un traspié por EE.UU., inversión y el consumo interno

El corredor Richard Newman, izquierda, y el especialista Peter King. (Foto AP/Richard Drew)

La economía mexicana crecerá menos que el año pasado y un reflejo de ello es la caída del PIB en el último trimestre del 0,2 % frente al trimestre anterior que se debe al freno de la industria en EE.UU., al precio del petróleo y a un consumo interno que no contrarresta los factores externos.

La economía «está perdiendo fuerza, el primer trimestre fue relativamente fuerte, pero el segundo, excepto por el consumo que mantiene un dinamismo de relativa fortaleza, el resto de elementos del PIB muestran debilidad», dijo a Efe el consultor y profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Raúl Feliz.

Para Feliz, este «crecimiento modesto» se mantendrá todo el año, pues aunque el consumo es positivo, este se apoya en el aumento del crédito, una situación que no «es reproducible» durante todo 2016.

Por ello, el analista fijó en 2,2 % el crecimiento del PIB mexicano este año, tres décimas menor al 2,5 % del año pasado y dentro de las expectativas del Gobierno, que hace una semana dejó el intervalo de aumento entre 2 y 2,6 %.

La analista económica del banco Ve por Más, Mariana Paola Ramírez, opinó que este año la economía registrará un alza del 2,3 %, una «moderación» relacionada con un «debilitamiento» industrial que no se «compensa por el consumo interno».

La actividad industrial cayó un 1,5 % frente al trimestre previo, de acuerdo con cifras desestacionalizadas, perjudicada por la producción manufacturera en EE.UU., que bajó 1,3 % en el primer semestre, recordó la semana pasada el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, al valorar los datos del PIB.

«Continúan los riesgos asociados con la industria por el menor consumo de insumos mexicanos por parte de nuestro principal socio comercial, Estados Unidos», agregó Ramírez.

Otro de los elementos a considerar es el petróleo y su volatilidad en los precios, pues si bien se ha recuperado en el último trimestre, el valor del barril de la mezcla mexicana sigue siendo 15,6 % menor al del pasado año, según datos oficiales.

Jaime Ascencio, analista del grupo financiero Actinver, apuntó hacia EE.UU. como el principal responsable de los malos resultados mexicanos.

La inversión se ha estado desacelerando por dos factores, una posible subida de los tipos de interés de la Reserva Federal estadounidense (Fed) y las elecciones presidenciales de noviembre, agregó el especialista.

Feliz coincidió en que la inversión privada «va mal», al igual que la pública, en un año que acumula duros recortes al gasto.

Los especialistas consultados coincidieron en que no hay que olvidar tampoco el crecimiento de la deuda, que representa casi el 40 % del PIB, y un tipo de cambio un tanto depreciado que seguirá sobre los 18,50 pesos por dólar, puede impactar en la ciudadanía a través de la inflación.

Los precios al consumidor seguirán bajos – el Banco de México estima un alza de alrededor del 3 %- pero mayor a la del año pasado, que marcó varios mínimos históricos.

«Con una China endeudada al 200 % de su PIB. (La deuda) no es del todo positiva para los factores de riesgo, pero tampoco es alarmante», matizó Ramírez.

No obstante, la calificadora Moody’s recortó la perspectiva para el sistema bancario mexicano de estable a negativa, y Standard & Poor’s la perspectiva de las calificaciones crediticias a largo plazo del país.

La economía del país no despega ni avanza al ritmo esperado tras la reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto tras su llegada al poder en 2012, como la de telecomunicaciones o la energética, pero su progreso, en una América Latina de potencias en recesión como Brasil, no es desdeñable.

«En México la expectativa de crecimiento ronda entre el 2 % y el 2,5 %, lo mismo que en los últimos treinta años», concluyó Feliz.

En 2015, México creció un 2,5 %, superior al 2,1 % de 2014 y al 1,4 % de 2013. EFE (I)

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