Ecuador apura con Europa un acuerdo que empresarios creen que pudo firmarse antes

REFERENCIA El exministro de Comercio Exterior de Ecuador Francisco Rivadeneira firma junto con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, el acuerdo comercial entre Ecuador y la UE que se aplicará en 2016. Foto de ComercioExteriorEC.

El Gobierno ecuatoriano apura negociaciones para alcanzar este año un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), gestiones aplaudidas por representantes de los empresarios que, no obstante, creen que pudo haberse firmado años atrás.

Según el ministro de Comercio, Juan Carlos Cassinelli, una reciente gira suya por Europa, donde también estuvo el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, se selló con el respaldo de Italia, España, Francia, Suecia, Lituania, Finlandia, Polonia y Dinamarca para la firma del acuerdo.

El optimismo de Cassinelli lo ha llevado, incluso, a «garantizar» que el acuerdo con la UE está «más firme que nunca» y a subrayar que el «gran esfuerzo» al momento «es que la suscripción del mismo sea este año», lo que complace a representantes de sectores productivos que, sin embargo, opinan que pudo haberse dado antes.

Para Richard Martínez, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción, el avance para firmar el acuerdo con la UE es «positivo» aunque, subrayó: «pudimos/debimos haber cerrado antes».

En 2009, Ecuador se levantó de la mesa de negociaciones en la que también estaban Colombia y Perú, que culminaron el proceso y ya tienen en vigor un acuerdo comercial con el bloque europeo.

En enero de 2014, año en que se retomó la negociación, el entonces ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira, dijo que su país iba a negociar con la UE un tratado comercial «mejor» que el que los Veintiocho tienen suscrito con Colombia y Perú, más adaptado a los planes de desarrollo de un Ecuador dolarizado desde el año 2000.

Enfatizó entonces que Ecuador se incorporaría a un acuerdo que tiene un tronco y elementos comunes, pero que cuenta con grandes particularidades para cada caso, según dijo.

Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial, no encuentra justificativo para la demora pues, en su opinión, se negocia un tratado de adhesión, «es decir, lo mismo que en su momento negociaron Colombia y Perú», indicó y recalcó que, si hubiese sido por los empresarios, el acuerdo se hubiese suscrito en mayo de 2010.

En la misma línea, el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Pablo Arosemena, cree que se dejó pasar tiempo en la negociación del acuerdo del que, según él, dependen más de 200.000 empleos.

«Al final del día, estamos corriendo para anexarnos a un acuerdo miltipartes, prácticamente el mismo que tienen Colombia y Perú hace cuatro años», opinó.

Consideraciones aparte, el Gobierno mantiene su optimismo sobre la posibilidad de firmar el acuerdo, al punto que Cassinielli incluso marcó el 11 noviembre como fecha eventual para su suscripción con la UE que, según Glas, ha mostrado «buena disposición» ante el acuerdo.

Si Ecuador, país que ahora atraviesa dificultades económicas, no lograra que se apruebe el acuerdo comercial «multipartes», perdería los beneficios de las preferencias arancelarias «SPG plus» y, por consecuencia, debería pagar mayores impuestos aduaneros por sus exportaciones a Europa, según advirtieron autoridades.

Quizá por ello, y aunque según Cassinelli, los pasos de los últimos días han sido «de gigantes», el Ejecutivo no quita el pie del acelerador y esta semana él mismo se reunió en Nueva York con el presidente del Consejo de la UE, Miroslav Lajcák, para buscar que los plazos del acuerdo se sigan adelantando.

En este encuentro, según el Ministerio de Comercio, Lajcák expresó su compromiso total para que el Acuerdo se aborde «lo antes posible», en línea con lo ya solicitado por la Comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, quien sugirió a la presidencia del Consejo que el acuerdo se apruebe en el Consejo de Asuntos Exteriores el 17 de octubre, para que se aplique provisionalmente desde el 1 de enero de 2017.

Entre tanto, Ecuador avanza en la revisión de ciertos puntos observados por la UE en temas de comercio, como el relacionado con el ya anunciado desmantelamiento progresivo de unas salvaguardias aduaneras impuestas en 2015 como instrumento para afrontar los choques externos ante la imposibilidad de devaluar la moneda.

Según Cassinelli, «distintos sectores del Parlamento Europeo» ya han comenzado a revisar extraoficialmente los borradores del acuerdo, algo que podría acortar las distancias al momento de iniciar el proceso de la ratificación para su eventual entrada en vigencia en 2017. EFE

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