Gobierno francés pone 500 millones euros para calmar protesta por carburante

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, escucha durante su ceremonia de investidura en el Palacio del Elíseo de París, el domingo 14 de mayo de 2017. (AP Foto/François Mori, Pool)

El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció hoy un plan de 500 millones de euros de ayudas y primas para la renovación del parque de vehículos y de calderas para intentar calmar la protesta por las subidas de impuestos del carburante antes de la jornada de movilización del sábado.

Philippe, en una entrevista a la emisora «RTL», subrayó que «no se van a anular las subidas» fiscales sobre el combustible, ni las que se aplican desde comienzos de año ni las que deben añadirse desde enero, y que son el principal motivo de malestar del conocido como el movimiento de los «chalecos amarillos», que ha convocado bloqueos de carreteras y manifestaciones el sábado.

Recordó que esos aumentos de tasas sobre la gasolina y el diesel era un compromisos de campaña del presidente, Emmanuel Macron, en nombre de la transición energética, de la reducción de la contaminación y de la disminución de la dependencia petrolera.

El primer ministro dijo que las nuevas medidas que se deben adoptar hoy mismo en el Consejo de Ministros costarán 500 millones de euros suplementarios a las arcas públicas.

La primera de ellas consiste en «desarrollar masivamente la prima» para cambiar un coche antiguo contaminante (que se envía al desguace) por otro más eficiente en términos de consumo, ya que se pasará de las 500.000 previstas en cinco años a un millón.

Las personas con menos recursos (un 20 % de la población) podrán recibir hasta 4.000 euros de prima, en lugar de 2.000 euros ahora.

La segunda es la extensión del llamado «cheque energía» que reciben las familias más modestas para pagar la calefacción, que pasará de cubrir 3,6 a 5,6 millones de beneficiarios.

En paralelo, Philippe presentó un programa para un cambio de sistema de calefacción con el objetivo de que en diez años desaparezcan las calderas individuales de fuel. Habrá subvenciones que financiarán hasta un tercio del costo de conversión.

El primer ministro replicó a las quejas de los «chalecos amarillos» que reprochan que el dinero de los impuestos sobre el carburante no va integralmente a dispositivos para la transición energética alegando que los 34.000 millones de euros que se recaudan por esa vía hay que compararlos con los 37.000 millones de presupuesto del Ministerio de la Transición Ecológica.

Los «chalecos amarillos», un colectivo surgido de forma espontánea a través de las redes sociales, tiene su principal razón de ser en el rechazo del alza de los impuestos a los carburantes, que subieron este año en Francia 7,6 céntimos por litro para el diesel y 3,9 céntimos para la gasolina. El Gobierno ha previsto, respectivamente, 6 y 3 céntimos suplementarios desde enero. EFE

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