Ecuador ha reconstruido su relación con el FMI, dice ministro de Economía

Richard Martínez Alvarado.

Ecuador ha reconstruido su relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que aspira a alcanzar un acuerdo sostenible en el tiempo y beneficioso para ambas partes, manifestó hoy el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez.

«Hemos acercado mucho las posiciones frente a lo que teníamos hace años. Con el FMI tenemos mucho que reconstruir la relación y esto es parte de un proceso», valoró en una rueda de prensa en Quito, en la que repasó los resultados de la participación de Ecuador en el Foro Económico Mundial de Davos.

Martínez reconoció que pese a que «la urgencia de las cosas pudiera demandar una mayor velocidad» en la obtención de financiación concreta por parte del FMI, se debería «buscar una solución sólida» con el organismo multilateral del que dijo, no es un mero «prestamista».

Ecuador mantuvo durante la década de Gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) una relación tensa con esa institución, a la que el entonces mandatario acusó de atentar contra la soberanía de los países al imponer fuertes condicionamientos para acceder a sus créditos, por lo que resolvió suspender sus lazos con el organismo.

Pero el año pasado visitó el país la primera misión de verificación del organismo financiero, a la que siguió la semana pasada la reunión que mantuvo en Davos el actual presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, con su directora gerente, Christine Lagarde, y que Martínez consideró significativa.

«Lo más importante es que el acuerdo sea sostenible en el tiempo y cumplible, se han acercado las posiciones y reconstruido una relación», defendió antes de reiterar que «el principal pilar» del país es la dolarización y que las opciones de financiación con las que cuenta Ecuador fortalecen su posición.

Aunque mencionó que el FMI podría acordar un «potencial financiamiento» al país, «si las condiciones son favorables para las partes», subrayó que en la actualidad el Gobierno tiene identificadas fuentes alternativas y que cubrirían el 90 por ciento de las necesidades internas y externas previstas para este año, procedentes de fondos multilaterales.

Con todo, adelantó que este hecho «no quiere decir que si llega a haber un acuerdo (con el Fondo) no vaya a recibir recursos», y aseveró que la cuestión de las inversiones no es una opción, «sino un requisito para mantenerse competitivo» a nivel internacional.

En sus encuentros en el Foro de Davos, que calificó de «extremadamente productivos», se analizó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) vías para ampliar la cooperación y la cartera de financiación de cara a los próximos años.

Asimismo adelantó que sus directores estudian visitar el país a fin de conocer los proyectos que impulsa la entidad en el ámbito de la protección social, eficiencia energética y otros recursos destinados a dinamizar el sector privado.

El titular de Economía explicó que 2018 cerró con un déficit fiscal de 3.300 millones de dólares, muy por debajo del que en mayo pasado se proyectaba de 8.000 millones, y a pesar de que «el escenario no era sencillo».

Argumentó que la reducción se logró pese al «abultado déficit fiscal» heredado de la anterior administración y a que este año se asignaron 100 millones de dólares a la Seguridad Social para pagar el 40 por ciento de las pensiones de jubilación pendientes.

Explicó que la emisión en la víspera de 1.000 millones de dólares en bonos soberanos del país, a diez años de plazo y a una taza del 10,75 por ciento, se produjo con un petróleo más elevado, así como el riesgo país superior que en la anterior ocasión, pero que «no hay financiamiento más caro que el que no existe». EFE

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