NUEVA YORK (AP) — Las compañías de ballet deberán acostumbrarse a los aficionados al rock tras la llegada de un ex Beatle a su interior.
El jueves en una gala del Ballet de la Ciudad de Nueva York hubo bastantes ovaciones en la alfombra roja y en el teatro cuando los asistentes, muchos de los cuales lucían prendas de diseñador, estiraban el cuello para poder ver un poquito del compositor del ballet, el mismísimo Sir Paul McCartney.
Cada temporada el Ballet de la Ciudad organiza una gala para recaudar fondos. El propósito es crear un poco de expectación con una obra nueva o con algún famoso que reciba algún reconocimiento. Pero este año la gala presentó «Ocean’s Kingdom» de McCartney y logró más escándalo que en todas las galas anteriores.
Además de la mezcla normal de parejas famosas de Nueva York y algunos aficionados a la danza mortales (que sin embargo no pudieron quedarse a la cena de la gala), asistieron las actrices Naomi Watts, Liv Tyler y Sarah Jessica Parker, quien por cierto suele ir bastante al ballet. Una de las caras nuevas fue Steve Van Zandt, guitarrista de la E-Street Band de Bruce Springsteen.
No podía faltar la hija de Paul, la diseñadora Stella McCartney, quien estuvo encargada del vestuario para la obra.
Y a todo esto nos preguntamos ¿donde quedó el ballet? Antes de comenzar a hablar de esa parte debemos mencionar que la orquesta subió lentamente al nivel del escenario en una plataforma gracias al elevador hidráulico del teatro David H. Koch. El director Faycal Karoui dio una breve lección de música explicando las partes de la obra de McCartney y elogió su «estilo hermoso, su vitalidad y su ingenio», incluso contó algunos chistes con temática Beatle, como cuando dijo: «antes de empezar, déjalo ser» (Let it be).
El director del ballet, quien es también su coreógrafo, Peter Martins entró para hacer un brindis con los invitados, pero en vez de alcohol lo hizo con una taza de té, muy inglés, que le sirvió una mano que salía de las piernas del escenario.
Para los que están sorprendidos por el giro clásico de McCartney, cabe destacar que ya ha lanzado cuatro álbumes clásicos, el primero fue «Liverpool Oratorio» en 1991. Pero nunca había escrito un ballet. Con «Ocean’s Kingdom», cuya grabación será lanzada el próximo mes, no sólo lo llevó a cubrir esa faceta sino que McCartney contribuyó a cada aspecto de la producción, dijo Martins.
El ballet cumplió como entretenimiento ligero, creado para complacer con música agradable, posiblemente la producción busca atraer a un audiencia más grande al ballet, lo cual es siempre positivo. Cuenta una historia sencilla, quizá demasiado sencilla, sobre un reino submarino amenazado por invasores terrestres. Una princesa del mar, Honorata (Sara Mearns), se enamora de uno de los invasores, el príncipe Stone (Robert Fairchild), pero su amor es prohibido y esto genera un conflicto. Al final terminan juntos.