Gloria Trevi arrebata Viña del Mar

Gloria Trevi. Foto de Archivo, AP Foto/Luis Hidalgo.

Viña del Mar (Chile), 2 mar (EFE).- La cantante mexicana Gloria Trevi emuló este viernes, en la sexta y última jornada del Festival de Viña del Mar, su provocativa actuación de hace veinte años en el certamen chileno.

Congelada por el tiempo, la artista repitió muchos de los movimientos sensuales y eróticos que escandalizaron a más de uno allá por los años noventa.

Tan solo habían pasado unos años desde que Chile dejó atrás la dictadura de Augusto Pinochet cuando una joven Trevi sorprendió a los chilenos con su atrevida presentación en el anfiteatro de la Quinta Vergara.

En aquella noche, la azteca, que iba perdiendo la ropa según pasaban los minutos, arrastró a un espectador al escenario, se tiró al suelo y se retozó con el hombre, mientras las cámaras de televisión mostraban sólo a los fans y a las bailarinas.

Dos décadas después, la reina del festival de Viña de 1993 reapareció en la ciudad chilena con «Agárrate» y con el «Pelo suelto» e innumerables cambios de indumentaria, que no fue perdiendo poco a poco, pero que dejaron poco espacio para la imaginación.

Con el pelo suelto, que no alborotado, se desperdigó por el suelo en el comienzo de una noche sensual, «mágica» y «especial».

Visiblemente emocionada tras hablar del amor, interpretó «Con los ojos cerrados» (1992), al mismo tiempo que se adentraba entre el público ante los intentos de la seguridad por contener a los fanáticos.

Quizás sin la frescura de entonces, pero acompañada por una magnífica figura, Gloria Trevi se contorneó «más turbada que nunca» con «La papa sin catsup».

Como si de un bar de «streap tease» se tratara, se dejó de lado momentáneamente la voz de Trevi para desarrollar un espectáculo que giró en torno a las coreografías de las bailarinas, que subidas a unas sillas levantaron sus piernas a alturas insospechadas.

La chica del pelo suelto cambió por completo de registro y, ataviada como un cisne, se entregó con la romántica balada «Vestida de azúcar».

Vetada y prohibida en sus inicios por la letra de sus canciones, una conmovida Gloria miró atrás y recordó su pasado y a las madres solteras, tal y como lo fue ella años atrás, porque es una situación «bien cabrona», dijo.

Tras los sonidos melancólicos del saxo, fue recuperando las fuerzas como ave fénix resurge de sus cenizas según entonaba «Me siento tan sola», de su disco homónimo, lanzado en 1992.

La artista de Monterrey, que recibió con lágrimas en los ojos la antorcha de plata y de oro, continuó con sus primeros éxitos cargados de realidad.

«Casi me sucede en la adolescencia, eso no hay que hacerlo», dijo la intérprete, antes de que se oyera una llamada telefónica en la que una persona pide una ambulancia ante un supuesto suicidio.

«Tu ángel de la guarda», que aborda esta temática, fue acompañado con un ataúd, un enorme corazón detrás, y la mexicana y su compañía con máscaras de calaveras, en referencia al culto mexicano a la muerte.

Gloria Trevi, que forma parte del jurado de esta 54 edición del certamen, dedicó un vídeo a sus detractores y a sus seguidores, aunque su mensaje resultó un poco confuso.

Y si en 1993, a los cuarenta minutos de concierto, Gloria Trevi sólo lucía su desgarrada ropa interior, para esta jornada preparó «Todos me Miran», inspirada en «I Will Survive» de Gloria Gaynor, y una indumentaria negra por delante y de color carne por detrás, lo que producía un efecto de desnudez.

El efecto duró poco porque los bailarines se quitaron la parte de arriba para mostrar sus torsos, desnudos en el caso de los hombres y con lencería en el caso de las mujeres.

Como no podía ser de otra forma, Gloria Trevi recibió las respectivas gaviotas de plata y oro y se despidió con otro peculiar atuendo, con dos círculos azules en los pechos, y cantando la versión del tema «Gloria», de la cantante estadounidense Laura Branigan. EFE

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