Cerati y Aterciopelados: un amor platónico y real

Gustavo Cerati. Foto de Archivo, La República.

LA PLATA, Argentina (AP) — El momento más mágico de la indeleble relación entre Aterciopelados y la banda liderada por Gustavo Cerati ocurrió en marzo de 1996: ahí estaba Andrea Echeverri, sentada al lado de Cerati en la grabación de «Comfort y música para volar» de Soda Stereo, en Miami.

«Me dejarás dormir al amanecer/entre tus piernas/entre tus piernas. Sabrás ocultarte bien y desaparecer/entre la niebla/entre la niebla», cantó Echeverri junto a su ídolo. Metido entre el público y los técnicos de MTV Latino en el estudio del disco supuestamente «unplugged» (desenchufado), a Héctor Buitrago le temblaban las piernas.

«Estábamos todos muy nerviosos, al punto que si escuchas con atención, Andrea se equivocó en una línea de la canción», dijo Buitrago, bajista de Aterciopelados, a The Associated Press en una sesión de Skype reciente desde Bogotá. «Cantar en el ‘Unplugged’ de Soda fue grandísimo para Andrea y para nosotros como banda».

La versión de «En la ciudad de la furia» con Echeverri fue completamente reinventada: hipnótica, psicodélica y mucho más lenta que la original, pero manteniendo la melodía y letra intactas y demostrando, por si quedaban dudas, que Cerati era un original.

«Hasta en eso era un genio: no quiso hacer un ‘desconectado’ sino un eléctrico con versiones especiales», dijo Buitrago. «Andrea ensayó un par de veces pero los nervios le ganaron, aunque si ves el video también puedes ver su inmensa felicidad y gozo por cantar junto a él».

El romance — por momentos platónico, por momentos real — entre Aterciopelados y Gustavo Cerati empezó en Colombia y Argentina en distintos momentos y por diferentes razones.

«En 1993 yo no escuchaba a Soda sino punk», dijo Buitrago, quien en esa época era miembro de la banda La Pestilencia. «Pero cuando me junté con Andrea, ella sí era una experta en rock argentino y de a poco entendí lo grande que era Cerati. Y hoy creo que se nos fue el máximo exponente de la música latinoamericana en cualquier género».

Por su parte, Cerati había escuchado «Bolero falaz» de Aterciopelados (incluida en su disco de 1995 «El Dorado») y, en más de una oportunidad, había dado el visto bueno a esta joven banda colombiana que compartía sello discográfico con Soda Stereo (BMG).

Finalmente, el inesperado encuentro ocurrió en La Plata (capital de la Provincia de Buenos Aires) el domingo 19 de noviembre de 1995, cuando el gobierno municipal organizó un concierto gratuito en la Plaza Moreno por el 113 aniversario de la fundación de la ciudad. El acto estelar fue Soda Stereo, pero el show empezaría con la casi desconocida banda colombiana invitada especialmente por Cerati.

Más de 100.000 fanáticos que esperaban por Soda Stereo no habían olvidado la goleada a domicilio de Colombia a Argentina por 5-0 ocurrida un par de años antes.

«No fue un show fácil para nosotros», dijo Buitrago a AP, pero con su carisma Echeverri se metió al público en el bolsillo.

«La gente cantaba ‘oé, oé oé oéeee, So-daaaa, So-daaaa», recordó Buitrago. «Andrea empezó a cantar con ellos y la gente apreció el gesto».

Cerati y su equipo también apreciaron la actuación de Aterciopelados, a tal punto que la banda fue invitada para abrir los conciertos de Soda Stereo en Estado Unidos en 1996.

«No era fácil abrirle a Soda», recalcó Buitrago, «pero el hecho de que a Cerati le gustaba la banda y que estábamos en la misma disquera facilitó las cosas».

La vorágine de la gira impidió que Cerati, Héctor y Andrea pasaran demasiado tiempo juntos, pero fue el suficiente como para que Cerati dejara una impresión memorable en ellos.

«Era un tipo genuino, para nada ‘rock star»’, dijo Buitrago. «Tenía mucho humor, una persona muy dulce, pero estaba como huyendo de la gente, entrando y saliendo rápido de todos los lugares».

En otra oportunidad, en pleno furor del «Jagged Little Pill» de Alanis Morissette, Cerati compartió con Buitrago sus impresiones sobre un concierto de la cantautora canadiense.

«Me dijo que había estado bueno, pero que la chica cantaba mucho, no dejaba espacios en su set», dijo Buitrago.

Tras la muerte de Cerati, salió a la luz que «Platónico», una canción de Aterciopelados incluida en «La pipa de la paz» (1996), se inspiró directamente en Cerati.

«@cerati Fue mi Amor platónico de origen sónico, mi amor platónico, agudo y crónico. Su canto un detonador, dispara mis sentidos», tuiteó Echeverri parte de la letra el 5 de septiembre, al día siguiente del deceso de su ídolo.

«Esa canción no fue escrita para él, sino inspirada en él», acotó Buitrago. «(Echeverri) nunca lo dijo, pero si escuchas la letra y melodía atentamente verás a una persona inspirada por la música de Cerati».

Aterciopelados también participó en el disco «Tributo a Soda Stereo» de 2001, con una versión de «Té para tres».

El hecho de que alguien como Buitrago, de raíces punk, se haya convertido en fan de Cerati, habla de la unanimidad en cuanto al impacto que Cerati tuvo en por lo menos dos generaciones de rockeros latinos.

«Lo más admirable de Cerati es que mantenía o superaba su nivel con el paso del tiempo», dijo Buitrago. «No sólo técnicamente era impecable, pero se reinventó y, a lo largo de su carrera, el nivel de sus discos nunca bajó. Eso es algo muy inusual».

La última vez que Buitrago y Echeverri vieron a Cerati fue en el concierto que el argentino dio en el Palacio de los Deportes de Bogotá en 2010, tres días antes de su último concierto, en Caracas.

«Fue un gran concierto pese al sonido, que no era el mejor», dijo Buitrago. «Nos fuimos antes de que terminara para evitar ‘trancazos’, pero al otro día alguien nos dijo que nos había mandado un saludo desde el escenario».

Buitrago y Echeverri sufrieron la noticia del accidente cardiovascular y coma de Cerati al igual que los fanáticos de todo el mundo.

«Uno o dos días después del ACV nos llegó la noticia y quedamos muy confundidos», dijo Buitrago. «Confusión, impotencia, estupefacción. Pero igual siento que fueron cuatro años de preparación (para su muerte). Estos cuatro años sirvieron para atenuar el impacto de la noticia».

Luego de «Río» (2008), los miembros de Aterciopelados lanzaron discos como solistas, en parte inspirados por la fuerza del trabajo en solitario de Cerati.

«Hemos sido fieles y devotos seguidores de los discos solistas de Cerati, incluso mucho más que los discos de Soda Stereo», dijo Buitrago.

Pero después de «Río», Aterciopelados paró los motores por tiempo indefinido. «Habíamos quedado en hablar del regreso para 2015», dijo el bajista. «Hubo un agotamiento normal, después de tantas giras y un intento fallido de mover los discos de Aterciopelados al mismo tiempo que nuestros discos solistas».

El 18 de agosto de 2014, un año antes del planeado, Aterciopelados regresó a un lugar que también está íntimamente relacionado con su carrera: el festival Rock al Parque de Bogotá. La expectativa por el grupo y el éxito de sus presentación les confirmó que era hora de grabar un disco nuevo en 2015, el primero de Aterciopelados en seis años. Como siempre lo han hecho, el 80% del álbum lo harán por separado y luego se unirán para dar los toques finales.

«(Echeverri) estaba un poco más distante sobre volver, pero la gente de Rock al Parque insistió tanto que nos pusimos a pensar y decidimos que no era mala idea volver ahora», dijo Buitrago, quien compuso «Al parque», un tema dedicado al festival e incluido en el disco del dúo «Oye» (2006). «Nos convencieron de volver ahora y no nos arrepentimos. Estamos entusiasmados».

Más relacionadas