Ellen Page: «Espero que ‘Freeheld’ sea nuestra película, la de las lesbianas»

La actriz Ellen Page, la inolvidable Juno Macguff, que recientemente reveló públicamente su homosexualidad, dijo hoy en una entrevista con Efe que confía en que «Freeheld», la cinta que protagoniza y que compite en el Festival de Cine de San Sebastián, sea «nuestra película».

Se refería la actriz a que, en su opinión, el mundo homosexual masculino ha sido más veces retratado en Hollywood con grandes películas como «Milk», «Brokeback Mountain» o «Philadelphia», pero las lesbianas aún no tenían «su» película.

«Ha sido un honor formar parte de este proyecto. Espero que esto quiera decir algo y sea importante para la comunidad LTGB (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero) y, concretamente para las lesbianas, que, sinceramente, no nos hemos visto tan representadas en el cine«.

Dirigida por Peter Sollett, «Freeheld» se basa en la lucha real de una brillante mujer policía, Laurel Hester (Julianne Moore), quien, al descubrir que tiene un cáncer terminal, solo quiere que su pareja, Stacie Andree (Page), una mecánica de coches bastante más joven que ella, cobre su pensión a su muerte y pueda seguir pagando la hipoteca de la casa de ambas.

El caso, que dio la vuelta al mundo y consiguió cambiar a la anquilosada judicatura americana para darle la razón sobre el derecho que las amparaba, ocurrió en 2003, mucho antes de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos fallara, en junio de este año, a favor de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.

Con unas soberbias interpretaciones de ambas actrices, así como de Michael Shannon en el papel del compañero de Moore que provoca la reacción en cadena en apoyo a la pareja, los únicos momentos de respiro para los espectadores son las intervenciones de un divertidísimo Steve Carell, que en el papel de Steven Goldstein, presidente del grupo por los derechos de los gays, provocó las carcajadas del público.

«El auténtico Goldstein se pasa mucho más que Steve», aseguró Sollett, quien cuenta que Goldstein azuzaba al cómico para que fuera más histriónico: era -desvela el director-, una táctica de teatro político. «Carell, que ya es de por sí muy divertido, se tuvo que contener».

Page, por su parte, se mostró peleona cuando se hablaba de derechos de minorías: «La lucha por los derechos es esencial; si no, no viviríamos en una democracia».

«Tenemos que seguir luchando por la igualdad, porque, a pesar de tener avances, hay mucho que mejorar en los derechos de las mujeres, de la comunidad afroamericana, de los homosexuales». Ojalá, añadió, «un día no haga falta, pero, entretanto, habrá que seguir empujando».

En su opinión, «parece que ahora se habla cada vez más de la igualdad de géneros», pero tal cosa no será posible si no hay más papeles para mujeres, más mujeres que compongan música, que escriban guiones… «Esto sigue siendo un club de hombres», denunció.

Un discurso en el que coincidió con la que ya es su amiga Julianne Moore, la «mejor», dijo, «la mujer más fantástica, divertida y generosa» que ha conocido.

«Tuve mucha suerte de conectar, nos llevamos bien enseguida. La relación no fue tan íntima como se ve en la película; por supuesto, no llegó a tanto -bromeó-, pero nos hicimos muy amigas y seguimos siéndolo».

Aseguró que, cuando leyó el guion de Ron Nyswaner, se conmovió tanto que se puso a llorar: «Era una historia increíblemente hermosa, ese amor, esa tristeza inimaginable».

Y contó que todos pasaron tiempo con la auténtica Stacie Andree, alguien vulnerable, honesta y generosa, siempre disponible, a pesar de lo doloroso y traumático que debía de ser para ella.

Al termino del pase en San Sebastián, el público aplaudió varios minutos seguidos, mientras se proyectaban fotos reales de la pareja y pasaban rótulos explicativos de los resultados de su lucha.

Para el director, Moore y Page son «probablemente dos de las mejores actrices que hay trabajando ahora mismo. Mi trabajo en el rodaje fue básicamente no molestarlas», comentó con humildad el realizador de la premiada «Raising Victor Vargas» (2002).

Page declaró que en estos momentos se siente «emocionada e inspirada» y que celebra «estar viva» y poder ser quien es. «Amar a quien quiero, de manera libre, me da fuerzas», concluyó. EFE (E)

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