«Annie Hall» y otras nueve películas de Woody Allen

Woody Allen, director de cine. Foto de Archivo.

En los 49 años que lleva activo en el cine, Woody Allen ha tenido tiempo para hacer 45 largometrajes y ganar cinco Óscar -uno a mejor película, tres de guion y uno de director-. Los hay buenos y malos -aunque todos interesantes- y al menos diez alcanzan la nota de excelentes.

— «Annie Hall» (1977). Su primer gran éxito y la que logró más Óscar -cuatro-, incluido el único a mejor película de su carrera para la que fue su mejor colaboración con Diane Keaton y con la que estableció esa mezcla de comedia y drama que tan bien le ha funcionado desde entonces.

— «Manhattan» (1978). Toda una declaración de amor por su adorada Nueva York y con la imagen que mejor representa su cine. Woody Allen y Diane Keaton sentados en un banco y contemplando el puente de Brooklyn, en un blanco y negro tan bello como melancólico. Desde entonces, lugar de peregrinaje para los fans del realizador.

— «Zelig» (1983). El filme más complejo de Woody Allen y el más difícil de ver, que con los años pasó a ser de culto y un ejemplo de la profundidad que puede alcanzar su cine a partir de premisas en apariencia absurdas. En este caso, la de Leonard Zelig, el camaleón humano, su mejor interpretación como actor.

— «The Purple Rose of Cairo» (1985). Mágica es la palabra que mejor define a esta historia que homenajea el cine, la imaginación y los sueños. Una dulce Mia Farrow para una historia que se alejó de la habitual contemporaneidad de Woody Allen pero no de las relaciones de pareja.

— «Hannah and Her Sisters» (1986). Una historia de relaciones cruzadas, de nuevo un canto a Manhattan y la única en la que la pareja protagonista se llevo el Óscar: Diane Wiest y Michael Caine -único actor en lograrlo por un filme de Allen-. El mejor resumen, un verso de E.E. Cummings que el realizador utiliza en la historia: «Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene las manos tan pequeñas».

— «Crimes and Misdemeanors» (1989). Un reparto de lujo, con Martin Landau, Alan Alda o Angelica Houston, para una historia de amor, religión, existencialismo, traiciones y remordimientos, un reflejo de la vida, con sus toques de ironía y la elegancia de un estilo narrativo único.

— «Another Woman» (1988). Su película más reflexiva y el mejor papel de Gena Rowlands fuera del cine de su marido, John Cassavetes. Delicadeza para contar la crisis de una mujer de mediana edad en un filme injustamente olvidado de una filmografía abundante en la que es difícil destacar.

— «Manhattan Murder Mystery» (1993). Woody Allen recuperó en esta película un poco de la locura de sus inicios, aunque pasada por el peso de los años y de la experiencia. Toques de Agatha Christie convenientemente mezclados con las neurosis del realizador neoyorquino.

— «Match Point» (2005). La mejor de las películas que ha rodado en Londres. Un triángulo amoroso lleno de traiciones y mentiras, una de las historias de base favoritas de Allen, que se mueve como pez en el agua entre las falsedades y ambiciones de la clase media que aspira a más.

— «Midnight in Paris» (2011). Allen recuperó en París la magia de El Cairo para una historia en la que saltaba en el tiempo sin justificación alguna. La única, ofrecer una película llena de luz, de literatura y de diversión con un montón de actores que se rindieron a su genio. EFE (I)

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