«Loving» explora con ternura lado humano de caso emblemático

En esta imagen difundida por Focus Features, Ruth Negga y Joel Edgerton en una escena de "Loving". (Focus Features vía AP)

LOS ANGELES (AP) — «Mírame», dice Ruth Negga entre resoplidos. «Apenas llevo haciendo esto dos semanas y ya estoy enferma».

Difícil percatarse con solo verla. La actriz irlandesa-etíope, que pronto será conocida por su papel estelar en la película «Loving», luce compuesta. Pero detrás de la sonrisa y el estilismo para las cámaras, combate un mal resfriado durante un largo día de entrevistas para promover el filme. Es algo que probablemente no amaine en los próximos cuatro meses, pues se anticipa que «Loving» será una de las grandes contrincantes la próxima temporada de premios en Hollywood.

La película, escrita y dirigida por Jeff Nichols («Mud», «Take Shelter»), sigue a una pareja de la vida real, Richard y Mildred Loving, que pese a añorar una vida simple y tranquila se convirtió accidentalmente en revolucionaria en su búsqueda por permanecer en su estado natal de Virginia.

En el verano de 1958, 10 días después de casarse, las autoridades locales irrumpieron en el cuarto de los recién casados a las 2 a.m. y los arrestaron. Richard Loving era blanco, Mildred Loving afroamericana y nativa americana, y su unión violaba la ley de integridad racial de Virginia. Durante los nueve años siguientes, la pareja, exiliada del estado, luchó por regresar. Sus esfuerzos desembocaron en el emblemático caso de 1967 del Tribunal Supremo Loving Vs. Virginia, cuyo falló fue que las leyes contra los matrimonios interraciales eran inconstitucionales.

Para Negga, quien hace el papel de Mildred, ni siquiera un mal resfriado puede empañar el privilegio que siente por poder hablar sobre esta extraordinaria historia y su profundo aprecio por lo que esta modesta pareja hizo. Joel Edgerton, quien da vida al estoico y callado Richard, tiene una postura similar. Ambos están felices de haber tenido la oportunidad de ser parte de algo artístico de gran relevancia histórica. El que además sean elogiados por sus actuaciones es casi irrelevante.

«En mi modo australiano de desviar cualquiera de esos cumplidos, sólo voy a decir que es realmente maravilloso para la película que la gente esté hablando al respecto. Refleja lo importante que es y lo bien hecha que está», dijo Edgerton.

El filme fue inspirado por el documental de Nancy Buirski «The Loving Story», de 2011, realizado con imágenes de archivo de la pareja en casa, noticieros que siguieron los momentos clave en la corte y retratos íntimos hechos por el fotógrafo de la revista Life Grey Villet. El documental, disponible en HBO, resultó ser una fuente invaluable para Negga y Edgerton, pues les permitió estudiar a sus personajes y su relación.

Edgerton se enfocó en los silencios de Richard, en qué estaría pensando, qué significaban. Estudió sus ojos, en particular, que se movían como si estuviera siempre «buscando la puerta de salida fuera de las cámaras».

«En un sentido amplio, él es un tipo que busca una salida a todo eso, … que quiere desaparecer o encontrar una puerta trasera por la cual poder salir y vivir una vida simple, como solía hacerlo», dijo Edgerton. «Mildred es la que está en vilo mirando al otro lado de la verja, con la mirada en el horizonte buscando algún tipo de cambio. … Ella es la líder».

El alma del filme, sin embargo, y su poder está en cómo Richard y Mildred son cuando están juntos.

«Lo que ellos tienen es muy especial. Ellos de hecho se querían, disfrutaban mutuamente de su compañía», dijo Negga. «No hay grandes clichés románticos ni pastiches ni declaraciones de amor eterno. Es muy simple. Simple, pero íntimo y veraz».

Nichols eleva lo ordinario y crea empatía mostrando las banalidades de su vida diaria: lavar la ropa, hacer diligencias, jugar e incluso sentarse en el sofá a ver televisión.

Ahora, a pocos días de las elecciones presidenciales estadounidenses, la película es promocionada como especialmente oportuna aun cuando la historia ocurrió hace medio siglo.

«No eran personas que creían que eran especiales. No tenían una vocación y no eran oradores. No querían estar en el candelero. De muchas maneras son como cualquier pareja. Y aun así esta pareja nos recuerda que todos tenemos la capacidad de ser extraordinarios y hacer cosas extraordinarias», dijo Negga. «Adoramos a Mildred y Richard y estamos tan orgullosos de lo que lograron. No somos estadounidenses pero somos habitantes del mundo. Estamos todos juntos en esto».

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