JOHANNESBURGO (AP) — La primera dama de Estados Unidos Michelle Obama y sus dos hijas se reunieron el martes con Nelson Mandela durante una visita privada en la que el icono en la lucha contra el apartheid lució saludable.
Una foto difundida por la Fundación Nelson Mandela mostró al ex presidente de Sudáfrica, de 92 años de edad y retirado en gran parte de la vida pública, sentado en un sofá junto a la señora Obama en la casa de él.
En la mano de Mandela había un bolígrafo para que le firmara una copia anticipada de su nuevo libro «Nelson Mandela By Himself: The Authorized Quotations Book» (Nelson Mandela por sí mismo: El libro autorizado de citas textuales). Mandela vestía una de sus camisas características, muy adornada y abotonada en el cuello.
La primera dama, sus hijas Malia y Sasha, y la madre de la primera, Marian Robinson, vieron algunos documentos personales de Mandela en la fundación de él cuando —según funcionarios de la Casa Blanca— el ex gobernante les envió un mensaje de que deseaba conocerlas en su casa, en un barrio lujoso de Johannesburgo.
Se trató de la primera reunión de Michelle Obama con Mandela, un prisionero político que después fue el primer presidente negro de Sudáfrica.
Mandela pasó 27 años en prisión por su participación en el movimiento de lucha contra el apartheid. Después de su liberación, Mandela se convirtió en el primer gobernante negro surgido de las urnas en el país.
Una sobrina y un sobrino que acompañan a Michelle Obama también fueron invitados a la reunión con Mandela.
La familia del presidente de Estados Unidos pasó unos 20 minutos con Mandela y su esposa, Graca Machel, quien es una ex primera dama de Mozambique.