Gabriel García Bernal y Diego Luna estrenan cortometraje

MEXICO (AP) — El cortometraje «Drifting» de Gael García Bernal y Diego Luna se filmó en momentos y mares distintos, pero le une la amistad de ambos cineastas.

La parte de Luna se rodó primero en el Caribe mexicano; la de García Bernal en Cabo San Lucas, en el Pacífico.

«Creo que en el cine, si va a ser un resultado distinto, esa es la idea, ver qué sucede con cada quién, cómo resuelve las cosas, dijo García Bernal en una entrevista telefónica con The Associated Press durante la filmación del corto, que se estrena el lunes en internet.

«Tenemos unos condicionantes similares, que es que estamos filmando en el agua, estamos en alta mar y eso nos condiciona, que son tres actores y un espacio azul. A ver qué sutilezas, qué diferencias pueden haber», añadió al actor y realizador mexicano, quien en 2007 debutó como director con «Déficit».

«Drifting», hablado en inglés con algunos diálogos en español, sigue a un grupo de amigos que intentan convencer a uno de ellos de que vaya a la boda de otro. Refleja cómo los amigos pueden tolerar bromas muy pesadas y ser los más duros críticos en favor de la honestidad y el cariño.

Y precisamente eso fue lo que llevó a los colegas y amigos entrañables García Bernal y Luna a trabajar en un proyecto en el que cada uno tenía el control sobre una parte de la historia.

«La idea es eso, jugar con tirar los dados y ver qué sale distinto entre nosotros dos, y creo que eso no sólo lo hacemos en el trabajo, sino también en la vida: como amigos somos muy distintos, tenemos intereses distintos pero muchísimas cosas que nos asemejan y que nos hacen admirarnos mucho el uno al otro», dijo García Bernal.

A pesar de que usaron las mismas cámaras y los mismos actores, el resultado fue ligeramente diferente.

«Cómo uno lo cuenta es lo que hace la diferencia», dijo García Bernal sobre el cortometraje, producido por la compañía de este par de amigos, Canana, en conjunto con la marca de whisky Chivas Regal.

La oportunidad llegó en el momento justo para Luna, actor que también ha dirigido cintas como el documental «J.C. Chávez», sobre el boxeador mexicano Julio César Chávez, y el largometraje de ficción «Abel».

«Me pareció una oportunidad increíble porque quería convertirme en director. Quiero aprender más y ésta es una buena oportunidad», dijo Luna en notas proporcionadas por su agencia de representación. «El sentimiento de propiedad es enorme como director y ahí es donde surge el miedo porque no le pueden echar la culpa a nadie más porque se trata de tu punto de vista».

Las carreras de este par de amigos han estado entrelazadas desde sus inicios. En el 2001 se dieron a conocer en el filme de Alfonso Cuarón «Y tu mamá también», nominado a un Oscar a la mejor cinta de lengua extranjera, y en el 2008 volvieron a compartir pantalla en la comedia «Rudo y Cursi», de Carlos Cuarón. Este año Luna dirigió a García Bernal en su filme «Chávez», sobre el líder de los derechos civiles de los agricultores en California César Chávez, en la que el astro de «No» y «Diarios de motocicleta» desempeña un papel secundario.

«Fue muy gracioso al comienzo. Cuando empezó a darme indicaciones de dónde colocarme y qué hacer, no lo podía tomar en serio. Pero de pronto, tras unos 10 segundos de risa extrema, tratamos de controlarnos y comenzamos a trabajar, todo fue normal. (Luna) controla lo que hace y me parece que es muy buen director», dijo García Bernal en notas de prensa.

Por ahora está al máximo de emoción con el triunfo de «No», la primera cinta chilena nominada a un Oscar a la mejor cinta de lengua extranjera, en la que encarna a un ejecutivo publicitario que crea la campaña para derrotar a Augusto Pinochet en el plebiscito de Chile de 1988. El filme fue galardonado en mayo con el premio Art Cinema en la Quincena de Realizadores en Cannes.

«Chile es un país extrañísimo en ese sentido y lo digo extraño no en el sentido peyorativo, sino al contrario, extraño de que te lleva unas sorpresas de cómo pueden lidiar con su pasado, de cómo pueden hablar de él. Por algo es un país que ha sido fuente de poetas», dijo García Bernal.

«Con ‘No’, por ejemplo, creo que hay un ejercicio muy padre (genial), no sólo un ejercicio de un ensayo sobre la democracia, sino que hay un ejercicio sobre la identidad de Chile en democracia y lo que surgió en Chile después la caída de Pinochet y de dónde están ahora y eso en el pasado reciente», agregó. «Otra de las cosas, de los detalles importantes, es que Chile es el único país que ha podido derrocar a un dictador democráticamente y que fue el primero en elegir a un gobierno social-comunista, o comunista. Es un país bastante extraño, pero lo digo para bien».

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