La periodista María Mercedes Cuesta, de la cadena Ecuavisa, ha narrado en su cuenta de Twitter que se ha sometido a una operación quirúrgica para retirarse las prótesis mamarias que se implantó hace diez años por razones estéticas.
Las prótesis que tenía eran de la marca francesa PIP, que en enero de 2012 fueron retiradas del mercado por las autoridades francesas después que se descubrió en ellas defectos de fabricación que podían provocar su ruptura y provocar cáncer. «Cuando me las sugirieron se suponía que era lo más seguro a nivel mundial», explica Cuesta. Alrededor de cinco mil mujeres ecuatorianas se implantaron prótesis de esa marca.
«Mi prótesis no se habían roto, pero finalmente decidí extirpármelas por temor a que ocurra. Después de investigar e informarme tomé la decisión. Hice lo correcto. Los implantes estaban en mal estado, con alto riesgo de romperse y contaminar mi cuerpo con ese material tóxico que ponía en peligro mi vida», dice.
«Me siento aliviada, y creo que las mujeres que se han puesto implantes deben acudir a un médico, investigar que clase de prótesis tienen, investigar los riesgos y tomar la decisión adecuada. Miles de mujeres ecuatorianas están corriendo el mismo riesgo que yo. Es algo muy grave», concluye.