Entre gritos, aplausos y alguna que otra lágrima, el cantante español Enrique Iglesias recordó anoche en Santiago que Chile fue el escenario de su primer amor, una chilena a la que le dedicó «Por amarte» después de que ella le rompiera el corazón.
Mucho tiempo y muchas novias han pasado por la vida del cantante, que desde el escenario del Movistar Arena en la capital chilena presentó «Sexo + Amor», su último álbum.
Una canción que mezcla la versión limpia de «Tonight I’m fucking you» y aquella en la que se atrevía a pronunciar la palabrota, presentó a este artista afincado en Miami ante un público que llevaba seis años sediento de sus canciones.
Y es que el hijo de Isabel Presley y Julio Iglesias no había pisado Chile desde 2008 y tras rescatar «Bailamos» del baúl de los recuerdos prometió a sus fans que no tardaría tanto tiempo en volver.
Afable, simpático, y dispuesto a firmar autógrafos o fotografiarse con tal de satisfacer a sus seguidores, Iglesias fue capaz de entonar éxitos de su último disco como «Loco» o «Bailando» a pesar de sus innumerables carreras por el pasillo central tras las que siempre volvía con algún regalo nuevo.
Ni el flato pudo frenarle. El cantante estaba bien abrigado por un selecto grupo de músicos y coristas que sabían rescatarle cuando perdía una nota.
El público también fue un buen colchón para su voz, excepto una niñita llamada Daniela que tras robarle el protagonismo sobre el escenario durante la interpretación de «Héroe», se equivocó al acabar la última frase: en vez de cantar «puede ser mi salvación» decidió meter un «héroe» más.
Humilde y sin miedo a dejar que sus músicos se lucieran, Iglesias preparó un espectáculo en el que los solos de guitarra española, percusiones, e incluso del DJ, tuvieron su momento destacado.
Ante todo ecléctico y capaz de mezclar baladas, y electrónica con su perfil más pop. Enrique Iglesias, cuyo lunar enloqueció a las mujeres en los años noventa, se perdió un poco en la letra de «Escape», y es que debe ser difícil cantar con carteles indecentes a diez centímetros de la cara.
Diez discos de estudio a sus espaldas, aunque ninguno con tantas colaboraciones cómo «Sex+Love», entre el que se encuentran temas que compuso junto con otros artistas como «Loco», con la participación de Romeo Santos, «El Perdedor», a duo con el gran Marco Antonio Solís, o «I’m a Freak» junto al rapero Pitbull.
Confeti, globos gigantes y un final cañero que coronó «I like it», fueron la guinda del pastel de una noche mágica para los miles de fans que entre éxitos de ahora y siempre por fin volvían a ver ese lunar que tanto echaban de menos. EFE