«We shall overcome», un himno de hace 50 años pero de rabiosa actualidad

Discurso de Martin Luther King en el National Mall de Washington. Foto de Archivo, La República.

Washington, (EFE).- Pusieron la banda sonora a la lucha por los derechos de los negros en los sesenta con auténticos himnos como «We shall overcome», pero paradójicamente el fin de su generación, la de Pete Seeger, la de Guy Carawan, coincide con una nueva etapa de intensos conflictos raciales en Estados Unidos.

El último en fallecer, la pasada semana, ha sido Guy Carawan, mucho menos conocido para el gran público que Seeger, pero responsable de adaptar y vincular para siempre con la lucha por los derechos civiles una canción hoy en día conocida en todo el mundo, «We shall overcome», traducida como «Venceremos» en español.

Nacido en Los Ángeles en el seno de una familia de raíces sureñas, Carawan se licenció en Matemáticas y obtuvo una maestría en Sociología antes de dedicarse por completo a su verdadera pasión, la música folk, y trasladarse a vivir al sur de Estados Unidos, donde todavía pervivía segregación racial.

«We shall overcome», que tiene sus orígenes en la música religiosa afroamericana, cautivó a Carawan, quien por aquel entonces era el director musical de la Highlander Folk School, un centro educativo para adultos; este la enseñó a los líderes de la lucha por los derechos civiles y la canción pronto se convirtió en el himno del movimiento.

Joan Baez la cantó en la Marcha sobre Washington por los derechos civiles de 1963, el reverendo Martin Luther King recitó las palabras que dan nombre a la canción poco antes de su asesinato en Memphis (Tennessee) y el senador Robert Kennedy la cantó en un viaje a la Sudáfrica del «apartheid».

Tal fue el grado de identificación entre la canción popularizada por Carawan y la lucha de los negros, que cuando el presidente demócrata Lyndon B. Johnson anunció en 1965 la nueva ley que garantizaba el derecho al voto a los afroamericanos, terminó su discurso con «and we shall overcome» («y venceremos»).

Pero Carawan murió la pasada semana, a los 87 años de edad, y hace poco más de un año falleció Seeger, a los 94, dos muertes que representan el fin de una generación de cantantes de folk blancos que se volcaron en la defensa de los derechos civiles, en un momento en el que el país se plantea hasta dónde han llegado realmente los logros raciales de los sesenta.

La misma semana en la que murió Carawan, se veían las imágenes de las protestas violentas y los enfrentamientos de manifestantes con la Policía en Baltimore (Maryland) por la muerte de un joven negro a causa de una lesión en la médula espinal producida durante su traslado.

Solo unos días antes de lo sucedido en Baltimore, un policía blanco mató a tiros a un afroamericano desarmado, identificado como Walter Scott, en North Charleston (Carolina del Sur), incrementando todavía más la tensión entre policías y la comunidad afroamericana tras las muertes de Eric Garner y Michael Brown en 2014.

Estos acontecimientos y las averiguaciones posteriores que en algunos casos han sacado a relucir racismo y abusos sistemáticos de la fuerza por parte de los diferentes cuerpos de policía local de Estados Unidos contra los negros han hecho resurgir viejos debates que retrotraen a los tiempos de la lucha por los derechos civiles.

«Una noche, en Highlander, la Policía irrumpió y registró el equipaje de todo el mundo, tratando de asustar a la gente», indicó Carawan en un evento en el sur de California en 2003, cuando explicaba cómo se adaptó y popularizó «We shall overcome».

«Entonces, una adolescente empezó a cantar ‘No tenemos miedo’, y esa frase pasó a formar parte de la canción», reveló.

«No tenemos miedo, hoy no tenemos miedo; Oh, en el fondo de mi corazón, lo siento, hoy no tenemos miedo», reza el himno de la lucha por los movimientos civiles, en una estrofa que en los sesenta quería describir un conflicto abierto con la Policía que cincuenta años después todavía no ha cicatrizado. EFE

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