Cesc Gay encara en «Truman» el equilibrio entre la tristeza y el humor

Cesc Gay

El director de cine español Cesc Gay se declaró contento con la acogida de su última película, «Truman», una tragicomedia basada en unos diarios del propio realizador e interpretada por Ricardo Darín y Javier Cámara, tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF).

En una entrevista con Efe, dijo que estaba «contento porque se ha conseguido un poco lo que buscábamos: hacer una película sobre algo que es triste, dramático, pero hacerla desde un lugar amable, con humor, con un buen equilibrio».

«Y muy contento de la reacción. El de Toronto, es un público muy entregado, muy civilizado. Ya es la tercera vez que vengo. Y me gusta mucho porque es muy reflexivo, te hacen muchas preguntas. Y como en ‘Truman’ también está Canadá, la han sentido muy suya en ese sentido», añadió.

El director de películas como «Una pistola en cada mano» (2012) y «V.O.S» (2009) explicó que «Truman» es «una despedida entre dos amigos», Julián (Darín) que ha sido diagnosticado con cáncer terminal y Tomás (Cámara), un profesor universitario que vive en Canadá.

El guión, del propio director catalán, está basado en un diario que escribió en reacción a una situación personal.

«En general, todas mis películas surgen de mi y de mi entorno y de lo que veo y lo que siento. Nunca he sabido hacer películas sobre algo que no conozco, un mundo extraterrestre o un asesino, porque no conozco ningún asesino», dijo.

«Desgraciadamente, como muchas personas, ya he tenido que vivir situaciones así, de un ser querido que se ha ido. Y fue durante todo ese tiempo que fui escribiendo sin consciencia ni objetivo. Luego lo dejé dormir, hice ‘Una pistola en cada mano’ y lo recuperé», continuó.

«Y decidí montarlo de esta forma. Decidí montarlo a través de una amistad entre dos hombres aunque podía haberla contado de muchas otras maneras».

Gay reconoce que «Truman» es una película muy íntima, tanto por el contenido como por la forma en que la ha realizado, con dos personajes principales en vez de las obras más corales que le han caracterizado en el pasado.

«Creo que me estoy especializando en eso, en el ‘unplugged’ que dice un amigo mío», señala con una sonrisa.

«Hay directores que hacen grandes orquestas. Me siento cómodo. Manejo más eso, lo domino, lo controlo más», explicó para añadir que en una era en la que mucha gente ve películas en tabletas y móviles, él sigue pensando en salas de cine.

«Creo que el cine, la experiencia de la sala te puede permitir tonos, silencios, ritmos, más pausados que los puedes disfrutar como espectador. A lo mejor son películas que son más incómodas de ver en otro formato, en otra ventana», recalcó.

Y a la pregunta sobre su relación con la cinematografía argentina («Truman» es una coproducción con Argentina en la que participan varios actores argentinos, entre ellos Darín), Gay declaró que Argentina y España deben reforzar sus vínculos.

«De la misma forma que los americanos e ingleses han sido muy listos y prácticos y se han entendido muy bien, entre los actores, los directores, las productoras, y han hecho un cine que el uno sin el otro cojearía mucho, creo que entre España y Argentina está bien que pase eso», explicó.

«Hay una cercanía muy fuerte entre nosotros en todos los sentidos. Creo que son cines que se complementan y creo que a nivel de producción y actores, yo me siento tan cómodo rodando en Buenos Aires como en Sevilla», añadió.

«Me parece que además ellos llevan una ventaja muy importante de muchos años haciendo muy buenas películas. Creo que están por delante nuestro. Desde hace muchos años, el cine argentino está en otra liga. Y está muy bien que nos retroalimentemos los unos a los otros, como antes ha pasado de otra forma», terminó señalando.

Para Gay, la clave del éxito actual del cine argentino está en que «como tuvieron la crisis que tuvieron, siguieron haciendo cine porque era su pasión y levantaban las películas con las manos y eso se ha notado y por eso están como están».

«En Argentina hay una presencia muy fuerte de sus escritores y sus directores. Y luego los productores han apoyado eso. Creo que en España a veces se producen demasiadas películas desde mesas de ejecutivos de producción o televisión que pueden ser buenas películas también, pero a veces les falta un poquito de alma». EFE [E]

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