Carla Morrison: «El amor es lo que nos despierta todos los días»

LOS ÁNGELES (CA, EE.UU.), 23/04/2016.- La cantante mexicana Carla Patricia Morrison Flores posa durante una presentación privada este jueves, 21 de abril de 2016, en Los Ángeles, California (EE.UU.). Un amor total, desde "todos los ángulos", desde todas las miradas y, sobre todo, "muy intenso", es lo que la mexicana Carla Morrison retrató en "Amor supremo", un álbum con el que dio un sorprendente golpe de timón a su carrera y que le llevó a actuar en el prestigioso festival Coachella (EE.UU.). EFE/Armando Arorizo

Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- Un amor total, desde «todos los ángulos», desde todas las miradas y, sobre todo, «muy intenso», es lo que la mexicana Carla Morrison retrató en «Amor supremo», un álbum con el que dio un sorprendente golpe de timón a su carrera y que le llevó a actuar en el prestigioso festival Coachella (EE.UU.).

«El amor es lo que nos despierta todos los días, lo que hace que viajemos, trabajemos o busquemos un sueño. El amor es como la razón de existir y es importante no estar dormidos y ser conscientes de lo intenso que eso es en nuestra vida», explicó la artista en una entrevista con Efe, tras un breve concierto celebrado esta semana en Los Ángeles.

La vida le sonríe a Carla Morrison (Tecate, 1986). El disco «Amor supremo» cautivó por su ambición, hasta lograr convencer a los más escépticos, y la confirmó entre la vanguardia de las artistas mexicanas junto a nombres de postín como Julieta Venegas o Natalia Lafourcade.

Más complejo en cuanto a las letras y dejando de lado la guitarra para abrazar sonidos electrónicos y cercanos al dream-pop, «Amor Supremo» le llevó al festival californiano Coachella, donde actuó en dos ocasiones, el 15 y el 22 de abril, antes de dirigirse al evento Vive Latino de Ciudad México, donde se presentará este domingo.

«Fue súper bonito. No imaginé que mi música fuera a llegar a Coachella, un lugar que no solo como música, sino como persona, siempre había querido ir pero no había dinero», dijo Morrison, quien compartió cartel con artistas como Calvin Harris, LCD Soundsystem o los reformados Guns N’ Roses.

Cuestionada acerca de la escasa presencia de artistas latinos en festivales del perfil alternativo del Coachella, Morrison apuntó que a veces son los propios músicos hispanos los que crean «las barreras» en lugar de apoyar y defender sus propuestas.

«Por lo general estamos volteando al primer mundo donde, ¡ah!, ahí sí hay buena música», comentó con ironía.

Aunque ahora sonríe durante toda la entrevista, contenta por todo lo que está viviendo, en realidad la gestación de «Amor supremo» partió de un momento de confusión y duda en su carrera.

«Estaba muy deprimida. Soy de una ciudad muy pequeña y el éxito llegó a mi carrera muy rápido. Fue algo que me abrumó, como me imagino que a cualquier persona le hubiera pasado. Necesitaba como un descanso», describió.

Decidida a hacer un alto se refugió en Playas de Tijuana, donde con paciencia y relajación dio forma a su salto estilístico.

Si en «Déjenme llorar» (2012) Morrison jugaba a ser una cantautora de libro y guitarra en mano, con momentos tan inspirados y deliciosos como «Eres tú», en «Amor supremo» rompió la baraja y envolvió todos sus temas en aromas «atmosféricos», ensoñadores y etéreos gracias al sonido de los sintetizadores.

«Creo que en la búsqueda de encontrar mi nuevo sonido también estaba en la búsqueda de encontrarme a mí misma. Había muchas cosas que quería modificar en mí y una de ellas era la espiritualidad y cómo veía la vida. Quería que eso se tradujera en los sonidos, que fuera como una experiencia completa», detalló Morrison.

Canciones como «Un beso», «Flor que nunca fui» o «Cercanía» capturan ese espíritu musical que trata de abarcar, además, la disparidad de las relaciones románticas, desde las aventuras de una noche a las complejas vidas en pareja.

«Creo que en muchas canciones de pop, lamentablemente, hablamos del amor como si todos lo sintiéramos igual, como si todo fuera un ‘copiar y pegar’. Y sí, todos sentimos lo mismo, pero de maneras muy distintas, con palabras distintas, con emociones distintas», argumentó.

En este sentido, Morrison apuntó que el amor tiene muchos ángulos, más allá del «me dejaste o estoy enamorado de ti», e indicó que cuando estás con una persona hay como una especie de «negociación».

La artista admitió, por otro lado, que antes le «agobiaba mucho» asumir el éxito y la popularidad, pero sostuvo que ahora lo comprende mejor.

«No sabía mi valor y sentía que todo me había caído del cielo, cuando estaba olvidando que había trabajo muy duro para esto», dijo.

Por último, y como persona que habitualmente vive a ambos lados de la frontera de México y Estados Unidos, Morrison también tuvo palabras acerca de las polémicas opiniones sobre los inmigrantes del precandidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump.

La artista destacó que los latinos deben hacer que se respeten «sus valores» y «su raíz» frente a este tipo de ataques e instó a que los jóvenes tomen parte activa en esta resistencia. EFE (I)

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