Trump guarda silencio sobre las acusaciones de la actriz porno Stormy Daniels

El presidente Donald Trump habla durante una reunión en la Sala Roosevelt en la Casa Blanca, en Washington, el jueves 11 de enero de 2018. (AP Foto/Carolyn Kaster)

El presidente de EE.UU., Donald Trump, mantuvo hoy su largo silencio respecto a las declaraciones de la actriz porno Stormy Daniels, y dejó en manos de la Casa Blanca la respuesta a las denuncias de la intérprete sobre las amenazas que supuestamente recibió del entorno del ahora mandatario.

Trump, un ávido usuario de Twitter que disfruta de humillar a sus principales enemigos con todo tipo de ataques y motes, ha evitado hasta ahora referirse directamente a Daniels, y tampoco lo hizo un día después de que ella hablara en una entrevista sobre la relación sexual que supuestamente ambos mantuvieron en 2006.

«Tantas Noticias Falsas. Nunca han sido más voluminosas ni más imprecisas. Pero a pesar de todo, ¡a nuestro país le va genial!», escribió hoy Trump en un tuit matutino.

El presidente no aclaró a qué se refería, aunque muchos medios interpretaron su mensaje como una reacción a la entrevista de Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, con el programa «60 minutes» de la cadena de televisión CBS difundida este domingo.

La actriz porno denunció en ese programa que, en 2011, un hombre se le acercó en un estacionamiento de Las Vegas y le advirtió que no hablara sobre su supuesta relación sexual con Trump.

Según Daniels, el hombre en cuestión, al que no supo identificar, miró a la hija pequeña de la actriz y dijo: «Es una niña hermosa. Sería una pena que le ocurriera algo a su madre».

Daniels aseguró que el miedo a esa amenaza fue el motivo por el que, en la recta final de la campaña presidencial de 2016, firmó un contrato de confidencialidad por valor de 130.000 dólares sobre su romance con Trump, un pacto que ahora ha llevado a los tribunales con el objetivo de que sea declarado nulo.

La Casa Blanca subrayó hoy, a través de su portavoz adjunto Raj Shah, que Trump «ha negado rotunda, clara y coherentemente las denuncias» de Daniels, a pesar de que el presidente no se ha referido directamente al tema.

«El presidente no cree que ninguna de las denuncias que la señora Daniels hizo en esa entrevista fueran precisas«, aseguró Shah.

El portavoz se refería tanto a la supuesta relación sexual entre ambos como a la afirmación de la actriz de que fue amenazada, y aseguró que «no hay nada que corrobore» esa última denuncia.

Shah no quiso aclarar si Trump vio la entrevista televisada, que fue todo un fenómeno en Estados Unidos y atrajo a unos 22 millones de espectadores, según las cifras de audiencia divulgadas hoy.

El silencio de Trump podría estar relacionado con la complejidad del caso legal abierto por Daniels, quien quiere anular el acuerdo que firmó en 2016 para no hablar sobre el supuesto encuentro sexual, que a su juicio no es válido porque no tiene la firma de Trump.

Fue Michael Cohen, un abogado de Trump, quien rubricó el pacto y efectuó el pago de 130.000 dólares, una transacción que ha despertado suspicacias por la posibilidad de que violara las leyes estadounidenses sobre la financiación de campañas electorales.

Daniels trató de aumentar hoy la presión contra Cohen, al enmendar su demanda contra Trump para incluir también a ese abogado, al que acusa de difamación por haber insinuado que ella miente.

Lo que muchos ven como una historia frívola sobre el supuesto adulterio de Trump -que en 2006 estaba casado con Melania y acababa de tener un hijo con ella- podría tener implicaciones legales para el presidente, si se suma a los casos de las otras dos mujeres que le han llevado a los tribunales.

Una de ellas es Karen McDougal, una exmodelo de Playboy que asegura haber mantenido un romance con Trump hace más de una década, y que ha pedido también anular un pacto firmado en 2016 donde se certificaba que guardaría silencio sobre esa relación.

La otra es Summer Zervos, una exconcursante de «The Apprentice», el programa televisivo de Trump, quien es una de las 19 mujeres que han acusado de acoso sexual al presidente y que le ha demandado por difamación, por haberla acusado de mentir.

Si Trump se ve obligado a testificar sobre su historial sexual en esos juicios, deberá tener en mente el precedente de Bill Clinton (1993-2001), quien fue sometido a un juicio político por haber mentido bajo juramento sobre sus relaciones con la becaria Monica Lewinsky en un proceso judicial no relacionado sobre acoso sexual.

Algunos expertos no descartan, incluso, que esas demandas contra Trump puedan tener un impacto en la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en Estados Unidos.

«Mueller podría estar investigando el grado de vulnerabilidad de Trump y podría fijarse en Daniels para lograr pruebas que corroboren un patrón de pecadillos personales», opinaron dos exasesores presidenciales sobre ética, Norman Eisen y Victoria Canter, en un artículo publicado hoy en el diario USA Today. EFE

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