La viuda de Julio César Trujillo, Martha Troya Jaramillo, y que este mediodía recibió la condecoración de la Orden de San Lorenzo en representación de su difunto esposo, ha sido la figura central de los funerales de Estado celebrados en honor del Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana.
La señora Troya, que es pintora, y que durante años sufrió los destierros y persecuciones a su marido, proviene de una familia de juristas y políticos: su padre, Alfonso Troya Cevallos, fue un descatado diputado conservador, mientras que su hermano, José Vicente Troya, fue Superintendente de Bancos durante el gobierno de Osvaldo Hurtado, y Presidente de la Corte Nacional de Justicia, en la última década.
Se conocieron a fines de los años cincuenta, cuando él ejercía de abogado y ella trabajaba como secretaria en la Procuraduría. No tuvieron hijos. El amor que se profesaron fue algunas veces público: en abril 2017, cuando Trujillo fue condenado a un año de prisión por la jueza Karen Matamoros, debido a una querella de injurias presentada por el entonces Contralor Carlos Pólit (hoy prófugo de la justicia), la imagen de Trujillo buscando a su esposa para abrazarla fue transmitida por los medios.
“Cuando Pólit nos enjuició yo sufría por ella; tengo pocos bienes, temía que me prohibieran enajenar, arreglé para que la pensión jubilar de la que vivo llegara directamente a sus manos, ¿De qué va a vivir mi mujer?, me angustiaba”, relató luego él a la revista Vistazo.
El derrame del lunes pasado los sorprendió juntos, poco antes del almuerzo. Cuando fue informada de la gravedad de la situación, ella decidió que no sea operado, y dejar que la enfermedad se desarrolle de manera natural.