Obama: «La alianza entre EE UU y Europa es indispensable»

Liderazgo y alianza. Esas han sido las palabras que más ha repetido el presidente estadounidense en una intervención histórica ante el Parlamento británico. Barack Obama, el primer inquilino de la Casa Blanca que se dirige a los Comunes, ha trazado un discurso de unión entre las dos tierras que separan el Atlántico echando mano de los «valores» que les unen para empujar los procesos de transición a la democracia en el mundo árabe y las regiones emergentes. «Nuestra alianza es esencial para la causa de la dignidad humana», ha expresado Obama ante los diputados británicos.

En una intervención en clave europea, el presidente estadounidense ha señalado que la alianza entre Europa y EE UU «seguirá siendo indispensable» para lograr un mundo más justo, próspero y pacífico. Obama, que ha recordado el trago que han pasado las dos orillas del charco por la crisis económica, pero ha aclarado que lo defendido por Adam Smith, uno de los padres del capitalismo, sigue vigente, ha manifestado que ante la disyuntiva nacida de las revueltas árabes entre «sus intereses» y los de los ciudadanos se podrían haber quedado con lo primero. «Podríamos haber dicho que no era asunto nuestro», ha expuesto el presidente estadounidense. «Pero nosotros somos diferentes».

Y para demostrar el apoyo occidental a estos anhelos, ha continuado Obama, «debemos respaldar nuestras palabras con hechos». Ahí es donde entra el plan Marshall anunciado recientemente por el presidente estadounidense y que mañana llevará a la cumbre del G-8. «Occidentedebe vencer la sospecha y desconfianza», ha seguido, «hacia Oriente Próximo y el norte de África. Una desconfianza que tiene raíces en un pasado difícil».

«Procederemos con humildad, y con el conocimiento de que no podemos dictar los resultados en otros países. Al final, cada pueblo tiene que ganar su libertad, no hay que imponerla desde fuera. Pero podemos y debemos alinearnos con quienes luchan por ella», ha cerrado Obama una intervención en la que ha insistido en la necesidad de elevar la presión sobre el régimen libio. Una presión que pasa por forzar la marcha del dictador libio, Muamar el Gadafi, como manifestaron esta mañana en rueda de prensa Obama y Cameron.

Mensaje hacia los talibanes

El presidente estadounidense, como también hiciera durante su cita con el primer ministro británico, ha manifestado ante el Parlamento que es hora de avanzar en la transición en Afganistán. «Nos disponemos a torcer la esquina en Afganistán a través de un liderazgo afgano», ha dicho Obama. «Perseguiremos una paz duradera con los que rompan con Al Qaeda y respeten la Constitución», ha continuado. El mandatario estadounidense ha instado desde Londres a los talibanes a que corten sus lazos con la red terrorista, abandonden la violencia y se unan al proceso político. «Estamos de acuerdo en darle a esto la mayor prioridad en los próximos meses».

Libia ha estado muy presente en la conversación entre los dos mandatarios. En la comparecencia tras una reunión privada en Downing Street, ambos han abogado por la salida de Gadafi del poder. Obama ha sido contundente al decir que Gadafi debe salir del poder y «dejar Libia al pueblo libio». Cameron ha dicho que Gadafi «debe irse» y que «es imposible imaginar un futuro para Libia con Gadafi en el poder». Para ello, han dejado claro que «no cejarán» -en palabras de Obama- en la presión contra el dirigente libio y que utilizarán «todas las opciones» -en palabras de Cameron- a su disposición para aumentarla.

«Dado el progreso que se ha hecho en las últimas semanas, Gadafi y su régimen deben entender que no cejaremos en la presión que estamos ejerciendo», ha dicho el presidente estadounidense. «Si mantenemos el rumbo, [Gadafi] terminará por caer». «Seguiremos trabajando para conseguirlo, por eso no hemos puesto ningún calendario artificial en términos de cuándo va a suceder», ha dicho Obama, que concede que los ataques de la OTAN sobre Libia están teniendo por ahora un efecto «limitado». No obstante, descarta el envío de tropas terrestres. Ambos también han pedido la salida del presidente de Yemen, Ali Abdulá Saleh.

Apoyo a las revueltas árabes en el G-8

Según ha asegurado Cameron, ambos países promoverán en la cumbre del G-8 un «programa de apoyo» político y económico a la llamada «primavera árabe», los movimientos prodemocráticos que, impulsados por los jóvenes con la ayuda de las redes sociales cibernéticas, han acabado ya con los regímenes de Hosni Mubarak en Egipto y Ben Ali en Túnez y que amenazan los de Yemen, Siria o Libia. Se trata de que los mandatarios de los ocho países más poderosos del mundo debatan cómo ofrecer su apoyo a estos movimientos prodemocráticos. «Discutiremos mañana con nuestros socios del G-8 cómo la comunidad internacional puede ayudar de la mejor forma a las naciones [inmersas en movimientos prodemocráticos] a realizar las reformas necesarias para construir un marco para la democracia, la libertad y la prosperidad de sus pueblos», ha sentenciado Obama.

Ambos han debatido también sobre el conflicto israelo-palestino. En este asunto, Obama ha criticado las intenciones de la Autoridad Palestina de recurrir a la ONU para buscar su reconocimiento a un Estado palestino -«es un error», ha dicho- y ha abogado por el diálogo entre ambas partes. En ese proceso de conversación, tanto israelíes como palestinos tendrán que hacer «concesiones dolorosas». En cualquier caso, sigue creyendo en que es posible la solución de dos Estados. «Mi objetivo, como dije en mi discurso de la semana pasada, es un Estado judío en Israel que sea seguro y sea reconocido por sus vecinos y un Estado soberano palestino en el que el pueblo palestino pueda determinar su propio destino y su futuro». «Confío en que se podrá conseguir».

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