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- Juan Manuel Samtos, presidente de Colombia.
Según el mandatario, las FARC «están cada vez más desesperadas» por la acción de las Fuerzas Armadas, que han expulsado los cabecillas de su «hábitat natural», lo que los tiene expuestos a riesgos que los llevan a cometer errores fatales.
En este sentido mencionó los casos del segundo al mando de la organización, «Raúl Reyes», muerto en marzo de 2008 en un bombardeo colombiano a su base en las selvas del norte ecuatoriano, y del responsable militar del grupo, «Mono Jojoy», desaparecido en una acción similar el pasado septiembre en las selvas del sur del país.
«La instrucción es arreciar, continuar con la ofensiva, porque cada cabecilla, cada miembro de las FARC, va a caer, tarde o temprano», notificó Santos.
La nueva acción contra «Alfonso Cano», alias de Guillermo León Sáenz, hace parte de una operación continuada contra él puesta en marcha a mediados de 2008, cuando asumió la jefatura máxima rebelde.
Sáenz, antropólogo de 62 años, con casi 35 de trayectoria en las FARC y su antiguo responsable político, reemplazó a Pedro Antonio Marín («Tirofijo» o «Manuel Marulanda Vélez»), fundador del grupo insurgente que murió en marzo de 2008 de una crisis cardíaca, según lo informado en su momento por el Secretariado (mando central) de las FARC.
La operación fue reforzada hace un año con la creación de la Fuerza de Tarea del Sur del Tolima, que desde entonces ha matado en combate a nueve lugartenientes de «Cano», entre ellos «Jerónimo Galeano» y «El Abuelo», piezas de su seguridad.
«Por supuesto que el objetivo de alto valor es ‘Alfonso Cano'», advirtió Santos.
«Seguiremos persiguiéndolo», dijo Santos luego a la prensa y reveló que el campamento donde se encontraba el jefe insurgente «no era el tradicional». «No podrá volver a su santuario» manifestó el presidente en referencia al Cañón de las Hermosas, en el sur del Tolima, sitio donde ‘Cano’ se ha venido escondiendo durante los últimos tres años.
Así mismo, afirmó que los propios hombres de ‘Cano’ son los que están dando la información que tiene a las autoridades tras su pista. «Las FARC están cada vez más desesperadas y por ello acuden al terrorismo», informó.
En principio, el mandatario ni las autoridades se refirieron a si hubo muertos o heridos en la operación. Tampoco si se incautó material de inteligencia relevante o armamento. En cambio, Santos Calderón manifestó que son nueve los cabecillas de esa estructura muertos en combates durante los últimos meses.
«Llevamos nueve cabecillas del comando central de las Farc neutralizados. Vamos por el número uno», trinó Santos nuevamente en Twitter luego de comparecer ante los micrófonos.
Entre ellos está la muerte (el pasado 20 de marzo) de Arquímedes Muñoz Villamil alias ‘Jerónimo Galeano’, quien según el ministro de Defensa, Guillermo Rivera, se encargaba de «proveer anillos de seguridad» para ‘Cano’ y era uno de los «objetivos de alto valor» para las fuerzas militares.
Su reemplazo, Alirio Rojas Bocanegra, alias el ‘Abuelo’, cayó el 3 de junio. Según las autoridades estaba a cargo de coordinar la seguridad del líder guerrillero. El presidente Santos, en su momento, dijo que la misión del subversivo era defender «una zona vital» para esa guerrilla «que tiene un gran símbolo, en Rioblanco”.