Alcalde hispano de San Antonio es estrella política en ascenso

SAN ANTONIO (AP) — El alcalde de San Antonio Julián Castro se está sintiendo cada vez más cómodo con su prominencia, cuando comienza su segundo término en la séptima mayor ciudad del país.

El demócrata de 36 años ha estado en el puesto apenas dos años, pero ya está entre los políticos hispanos más conocidos. Castro ha viajado a Washington al menos una decena de veces desde que fue electo y se ha reunido con colaboradores del presidente Barack Obama.

Esos viajes y su presencia en general en la vista pública han generado conjeturas sobre su futuro político. Castro dice que planea servir ocho años como alcalde, pero admite que el dominio republicano en Texas dificultaría cualquier aspiración a un cargo estatal.

Castro, cuyo potencial para la Casa Blanca es ya mencionado por vaticinadores políticos, encabezó una reunión reciente de líderes hispanos y f

ustigó la agenda de inmigración del gobernador Rick Perry y los republicanos como la más «antilatina» en una generación.

Poco después, el otro anfitrión del evento se subió al escenario: El propio Perry.

«Yo básicamente estaba diciendo: ‘Mira, tú no vas a hacer todas esas cosas y actuar como si todo estuviese bien»’, dijo Castro, días después de su discurso en junio ante la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados.

Castro comienza su segundo término en la alcaldía de San Antonio más acostumbrado a su celebridad y expresando más sus posiciones. Su comparecencia en la conferencia se colocó ante los esfuerzos respaldados por Perry contra las llamadas «ciudades santuarios» de inmigrantes ilegales y legisladores republicanos que priorizan nuevas leyes de identificación del votante, y fue un posible adelanto de discursos por venir si Perry ingresa a la campaña presidencial.

Desde que asumió el cargo en junio del 2009, Castro ha hecho al menos 13 viajes a Washington. No todos han sido para reuniones con el gobierno de Obama, pero el alcalde no obstante ha hablado de inmigración y de la política de energía de la Casa Blanca, junto con otros invitados como el ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger y el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.

Castro respaldó la política fiscal de Obama en un discurso en abril y se sumó a la delegación presidencial en Ciudad de México. La primera dama Michelle Obama elogió a Castro y las iniciativas contra la obesidad en san Antonio, una de las ciudades más afectadas por el problema en Estados Unidos.

Pero Castro dice que es improbable que aspire a otro cargo hasta el 2017.

«Éste es un puesto en el que me gustaría crecer, políticamente hablando», dijo Castro. «No tengo apuros para dejarlo».

El hermano gemelo de Castro, el representante estatal de Texas Joaquín Castro, ya dio su nuevo paso. El demócrata va a competir contra el congresista republicano Lloyd Doggett por el escaño de un nuevo distrito en el 2012.

El recién creado distrito es mayormente hispano, desde Austin hasta San Antonio, e incluye el barrio donde Julián y Joaquín fueron criados por su madre, que fue una prominente activista por los derechos de los hispanos en los sesenta y los setenta. Joaquín Castro dijo que no habría ingresado a la contienda si no se hubiese trazado un nuevo distrito.

San Antonio es 63% hispana, y demógrafos consideran la ciudad un anticipo de lo que Texas será en el futuro. Cifras del censo dadas a conocer en febrero muestran que los hispanos representan dos tercios del crecimiento del estado desde el 2000, y ahora representan más de 38% de la población.

Ese crecimiento, no obstante, no ha significado un éxito para los hispanos, que no tienen actualmente cargos estatales en Texas y se vieron superados por una mayoría republicana en la cámara de representantes la última sesión.

Además de estar contento con ser alcalde, Castro admite que el clima político en Texas no es favorable a un demócrata. Pero piensa que las vastas ganancias republicanas van a verse revertidas luego de las políticas de inmigración buscadas por los legisladores en la última sesión.Una propuesta de ley, la medida de las «ciudades santuario», le habría dado a la policía más poder para preguntar el estatus de inmigración de cualquiera que detengan. Grupos hispanos la compararon con la controversial ley de inmigración de Arizona, y el Consejo Municipal de San Antonio aprobó una resolución el año pasado pidiendo a los legisladores que no aprobasen una resolución similar.

Castro dijo él sabe que es un reto conseguir que más hispanos voten.

«Tenemos que reconocer que algunas de esas políticas pudieran haber sido prevenidas si más de nosotros hubiesen votado», dijo Castro. «Tenemos la responsabilidad de salir a votar».

Castro describe su relación con la Casa Blanca como «cálida», y añade que el gobierno simplemente ha reconocido que las iniciativas en San Antonio se ajustan a su propia agenda. El mes pasado, Castro tuvo su mayor impacto noticioso como alcalde al anunciar que una planta de electricidad alimentada por carbón que trajo energía a San Antonio desde los setenta sería la primera en cerrar en Texas, como parte de las gestiones de energía limpia de la ciudad.

Henry Flores, profesor de ciencia política en la Universidad de St. Mary en San Antonio, quien ha seguido de cerca la carrera de Castro, dijo que hay más factores en el acercamiento del gobierno de Obama a Castro que las políticas de éste para la ciudad.

«Obama atrajo electores más jóvenes en las comunidades afroamericana y latina. Uno no vio a ninguno de los líderes tradicionales. Uno vio a personas de unos 30 años», dijo Flores. «Pienso que él está viendo a Castro como parte de esa estrategia».

Castro está atareado mientras tanto con las tareas usuales de la municipalidad — reuniones sobre energía, encuentros con trabajadores de la Renta Interna y una conferencia de prensa para un microprestamista local.

«Cuando uno realiza un buen trabajo en su puesto, otras oportunidades se presentan», dice su hermano Joaquín Castro. «Y quién sabe cuáles serán esas oportunidades».

 

Más relacionadas