Indignados de Israel mueven la protesta a la periferia y plantan guillotina

Los indignados de Israel han convocado las manifestaciones de este sábado en la periferia y colocado una guillotina gigante, símbolo de la Revolución Francesa, en el campamento principal de Tel Aviv.

Beer Sheva, Haifa, Netania, Modiin, Petaj Tikva o Afula son algunas de las veinte localidades que albergarán las protestas, que en esta ocasión no se organizarán ni en Jerusalén ni en el centro neurálgico Tel Aviv.

Tras tres semanas de manifestaciones multitudinarias cada sábado, la última de las cuales juntó en todo el país a la histórica cifra de 300.000 personas, la inmensa mayoría en Tel Aviv, los indignados tratan ahora de mostrar que «la protesta no es algo sólo de Tel Aviv, sino nacional», explicó a Efe su portavoz, Roi Noiman.

«Estoy seguro de que no habrá 300.000 personas en la calle, pero es que tampoco es ese nuestro objetivo. Esto es un proceso y no se trata de intentar que cada día se manifieste medio millón de personas, sino de escuchar las voces de la periferia», explicó Noiman.

Los movimientos sociales israelíes, que se quejan de la carestía de la vivienda y del precio de la vida en el país, tratan de impedir que la protesta muera lentamente.

El objetivo es mantener el seguimiento público para obligar al Gobierno de Benjamín Netanyahu a atender a sus demandas y aliviar la situación de la clase baja y media del país.

Una de las formas de continuar el pulso es la guillotina gigante plantada hoy en el campamento de Tel Aviv y convertida en la nueva atracción del corazón del movimiento de contestación, iniciado hace casi un mes por los precios de la vivienda y que ha ido ganando seguimiento entre diversos sectores de la población.

Netanyahu se niega a reunirse con los indignados y ha creado una comisión de ministros, observadores y expertos para negociar con los representantes de la mayor protesta social de la historia del país.

La comisión está liderada por el académico economista Manuel Trajtenberg, quien dijo hoy, en una reunión con el presidente israelí, Simón Peres, que la misión de su equipo es «escuchar a la gente y convertir esas preocupaciones en acciones para cambiar de dirección y ofrecer esperanza». EFE

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