Tres personas fallecieron hoy en la ciudad costera de Latakia, en el norte de Siria, informó la oposición de este país, y denunció que las autoridades limpian el rastro de los enfrentamientos antes de la visita de una misión de Naciones Unidas.
El portavoz de los Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe, explicó a Efe que las tres muertes se registraron en Latakia, donde las fuerzas de seguridad y los «shabiha» o matones del régimen dispararon contra la población.
Al menos 75 personas fueron detenidas en todo el país, aseguró Edelbe, quien agregó que el régimen está retirando a los militares y los vehículos blindados de zonas como Zabadani, en la provincia de Rif Damasco (oeste).
Allí continúan las marchas contra el presidente Bachar al Asad, algunas protagonizadas por mujeres que también piden la liberación de los detenidos, a pesar del control de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, según Edelbe y otras redes de oposición al régimen, las autoridades han limpiado las barricadas y cualquier otro resto de ataques anteriores a la espera de que llegue hasta la zona una comisión de las Naciones Unidas encargada de investigar los sucesos.
La situación difiere en la localidad de Enjel, en la provincia Deraa (sur), donde se han cortado la electricidad y los accesos con barreras de piedras, y en Homs (centro), donde prosigue la campaña de detenciones.
Desde que en marzo pasado estallara la revuelta popular contra Al Asad, al menos 1897 civiles y 425 miembros de seguridad han fallecido en Siria, según cifras del Observatorio sirio de Derechos Humanos que no se pueden comprobar debido al estricto bloqueo informativo impuesto en el país.
La agencia de noticias oficial SANA mostró las fotografías de un arsenal de armas que supuestamente pertenecían a los «grupos terroristas» contra los que está luchando el Estado, en su habitual definición de los opositores.
Además, anunció una entrevista hoy a las 20.30 hora local (17.30 GMT) con Al Asad en televisión para justificar su postura después de que Estados Unidos y la Unión Europea hayan pedido su dimisión y aprobado duras sanciones en su contra, lo que se une al pedido de la comunidad internacional para que detenga la represión en el país. EFE