Rigoberta Menchú queda última en presidenciales de Guatemala

Otto Pérez Molina, encabeza las presidenciales en Guatemala.
La Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, obtuvo ek 2,6% de las intenciones de voto de entre diez candidatos que compitieron en las elecciones presidenciales celebradas en Guatemala este domingo. Los sondeos de opinión publicados por medios locales daban a Otto Pérez Molina, ex oficial de los servicios de espionaje, como virtual ganador con entre el 42% y 48% de la intención de voto. El militar retirado, de derecha, necesita 50% de los votos válidos para alzarse ganador en la primera vuelta. El próximo presidente servirá un mandato de cuatro años a partir de enero.

Los centros de votación cerraron a las 18:00 horas (2400 GMT) y emisoras locales reportaban tasas de participación superiores al 40% en áreas urbanas. La presidenta del Tribunal Supremo Electoral Maria Eugenia Villagrán anunció que en breve comenzará el conteo de votos y la publicación de los resultados parciales.

Las encuestas sitúan en el segundo lugar al también derechista Manuel Baldizón, un magnate del norteño departamento de Petén, con poco más de 20% de la intención de voto. En tercer lugar está el matemático Eduardo Suger, quien tiene cerca de 12% de la intención de voto.

«Voto porque es mi deber, porque soy guatemalteco, pero también para que se componga tanta violencia, corrupción, impunidad y falta de empleo en mi país», dijo Luis Eduardo Rodríguez Contenti, un veterinario de 68 años que trabaja en Petén, donde en marzo, 27 personas fueron decapitadas. Las autoridades responsabilizaron del hecho al cártel del narcotráfico conocido como Los Zetas.

Tanto Pérez como Baldizón han centrado su campaña en ofrecer seguridad y empleo a los guatemaltecos.

Con 45 asesinatos por cada 100.000 habitantes, Guatemala es uno de los países más violentos de la región según un informe del Banco Mundial.

Entre los retos que tendrá el próximo presidente estará combatir al cártel de Los Zetas. En las provincias de Cobán y Petén, el gobierno de Alvaro Colom tuvo que declarar estado de sitio y enviar al ejército para recobrar el control. Guatemala es uno de los principales puntos de paso de la cocaína producida en Sudamérica en su ruta hacia el mercado estadounidense.

Pérez ha buscado distanciarse de la imagen de militar con que sus opositores lo presentan. En la campaña de 2007, cuando perdió por escaso margen frente a Colom, el general retirado se posicionó en la mente de los votantes como «El Mano Dura», ofreciendo un combate frontal a la delincuencia. Este año suavizó el mensaje y ha asegurado que la «mano dura» se refiere a tener carácter y decisión.

Baldizón también ha centrado su oferta electoral en la seguridad. Prometió reinstalar la pena capital y televisar los fusilamientos. Además, ofreció obligar a los empresarios a pagar un salario anual extra a sus empleados y hasta dijo que durante su eventual mandato Guatemala clasificaría por primera vez en su historia para una Copa Mundial de Fútbol.

Baldizón se benefició de la ausencia de la ex primera dama Sandra Torres, quien se divorció en abril para esquivar la ley que prohíbe a los parientes del presidente competir por la Presidencia. Luego de una larga batalla legal, sus opositores lograron que la Corte de Constitucionalidad impidiera la candidatura de Torres.

Es la primera vez desde el retorno de la democracia en que el partido de gobierno no compite con un candidato presidencial.

Es la séptima vez que hay elecciones libres en el país desde el retorno de la democracia en 1986 luego de décadas de gobiernos dirigidos por militares.

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