Rousseff debuta en escenario internacional con discurso en ONU

La presidenta Dilma Rousseff, que ha tenido una gestión diplomática más discreta que su antecesor, hará su debut en el escenario internacional cuando pronuncie el discurso inaugural de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que por primera vez será abierta por una mujer.

La gobernante brasileña hará su discurso el miércoles en Nueva York durante la sesión inaugural de la Asamblea General, que por una tradición que data de la fundación del organismo internacional siempre es abierta por Brasil.

Rousseff, quien asumió el poder el 1 de enero, es la primera mujer en gobernar el país más grande de América Latina y recibió el poder de manos de Luiz Inácio Lula da Silva, quien tuvo una intensa gestión diplomática en sus dos períodos de gobierno (2003-2010).

Aunque el gobierno ha dado pocos indicios de los asuntos que la gobernante abordará en su intervención, analistas apuntan a la crisis financiera global como un tema central.

«Todo indica que ella va a hablar primero de la parte económica. Esa discusión de qué es lo que los países emergentes pueden hacer a favor de los países más ricos para salir de la crisis», comentó a AP el analista político Alexandre Barros. Agregó que «el foco va a estar en la crisis porque es en eso que el gobierno está centrado».

Brasil, junto a China, India, Rusia y Sudáfrica, integrantes del llamado grupo BRICS, discutirán la próxima semana medidas para ayudar a salir de la crisis de deuda a algunos miembros de la Unión Europea, que han contagiado al bloque en su conjunto.

Aunque autoridades brasileñas han señalado que están en una posición sólida para resistir la crisis, la economía dio señales de enfriamiento y pérdida de puestos de trabajo por la falta de mercados compradores en los países ricos.

El portavoz presidencial Rodrigo Baena fue escueto con periodistas cuando le consultaron esta semana sobre el contenido del discurso de la presidenta, y se limitó a decir que podría incluir la petición palestina de reconocimiento como estado y como miembro pleno de la ONU, así como la participación de las mujeres en la política.

Al respecto, Barros coincidió en que el tema de los palestinos probablemente esté incluido en el discurso, por cuanto Brasil fue el primer país latinoamericano en reconocer a los territorios palestinos como un estado libre e independiente con las fronteras existentes en 1967.

El embajador palestino en Brasil, Ibrahim al-Zeben, dijo esperar una manifestación de ese tipo de parte de Rousseff en su discurso.

«Nosotros le pedimos a Brasil y a nuestros amigos que usen sus buenos oficios para convencer a otros países de seguir en esa estrategia (de reconocer al estado palestino). Brasil es un país de gran influencia», dijo el diplomático en una entrevista.

Barros anticipó que el discurso podría incluir la preferencia brasileña por una solución negociada a la crisis con Irán, desatada por la oposición de las potencias occidentales al programa nuclear iraní.

«Brasil tiene interés en que se negocie con Irán, la posición brasileña es de siempre mantener negociación y no confrontación, lo que a veces incomoda a ciertos países, que prefieren la confrontación», dijo Barros en una alusión a las críticas que enfrentó en Estados Unidos por su postura a favor de la negociación.

El país sudamericano junto con Turquía, alcanzó en 2009 un acuerdo con Irán para el canje de uranio enriquecido como una forma de aplacar los temores de las potencias occidentales de que Teherán podría llegar a enriquecer el mineral a un punto en el cual podría producir armas atómicas.

No obstante, el pacto no impidió la aplicación de sanciones internacionales contra Irán por su programa nuclear.

Además de su intervención en la ONU, Rousseff sostendrá una serie de encuentros bilaterales con los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos; Felipe Calderón, de México; Nicolás Sarkozy, de Francia, y el primer ministro británico David Cameron.

También participará de discusiones de alto nivel sobre la presencia de la mujer en la política y sobre la seguridad nuclear a partir del accidente en la planta atómica japonesa de Fukushima tras el terremoto y tsunami de marzo. AP

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