Bolivia: indígenas liberan al canciller, viceministro y general

El canciller boliviano, David Choquehuanca, un viceministro y un general de la Policía fueron liberados hoy tras ser obligados a caminar algo más de una hora con unos 1.500 indígenas que marchan de la Amazonía a La Paz en rechazo a una carretera que atravesará una reserva natural.

Según medios locales, los indígenas dejaron libres a Choquehuanca, al viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, y a un general de la Policía de apellido Foronda, jefe de las operaciones en la zona, después de que el Gobierno tildara el hecho de «secuestro».

Tras ser liberado, el canciller se trasladó al pueblo vecino de Yucumo, donde campesinos leales al presidente Evo Morales bloquean el paso a la marcha indígena, y dijo que continuará dialogando para resolver el conflicto.

Choquehuanca, quien no habló de «secuestro» ni de «rehenes», explicó a los medios que los indígenas se molestaron con él porque intentó convencerles de dialogar con los colonos de Yucumo, y por ello les obligaron a marchar con ellos para romper el cerco policial que les impedía avanzar.

«Me estaba predisponiendo (para el diálogo) cuando las mujeres me han rodeado y luego ya ha habido problemas. Ha habido algunos amagos y me han forzado, me han obligado a caminar», dijo el canciller.

«El hecho de que ellos hayan tomado la decisión de liberarme es una muestra de que también quieren superar (el conflicto) mediante el diálogo», agregó.

Los indígenas comenzaron hace 40 días su marcha de la Amazonía a La Paz contra la construcción de una carretera de más de 300 kilómetros, financiada por Brasil, que partirá en dos el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).

El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, y el viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, dijeron que fue un «secuestro», llamaron «rehenes» a los funcionarios y acusaron de promover la violencia a exfuncionarios y exaliados de Morales que se unieron el viernes a la marcha.

En cambio, el dirigente de las etnias guaraníes del sureste de Bolivia, Celso Padilla, dijo a periodistas que lo ocurrido «no es una toma de rehenes», aunque admitió que «ha molestado a los marchistas que el canciller se haya parcializado con los colonos».

Una nueva barrera policial con unos 200 agentes, más centenares de colonos y cultivadores de coca afines a Morales esperan en las afueras de Yucumo a los indígenas, que insisten en continuar su caminata hacia La Paz, a más de 300 kilómetros de distancia.

Las etnias amazónicas se oponen al paso de la carretera por el Tipnis porque temen que ocasione severos daños en esa reserva natural, rica en flora y fauna.

Además, creen que promoverá la invasión de colonos y productores de hoja de coca, base para la fabricación de cocaína, de la zona vecina del Chapare, feudo político de Morales.

La oficina de la ONU en La Paz y organizaciones de derechos humanos pidieron nuevamente evitar la violencia al Gobierno de Morales, de origen aimara, etnia del altiplano, y a los nativos de las tierras bajas de la Amazonía.

El conflicto del Tipnis está deteriorando la imagen de indigenista y ecologista que ha cultivado Morales y empieza a causar divisiones en el oficialismo.

Varios diputados indígenas amenazaron con retirar su apoyo al partido del mandatario, el Movimiento al Socialismo (MAS), e incluso con enjuiciar a Llorenti y otros ministros si la Policía persiste en el bloqueo a la marcha. EFE

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