Baño de sangre en Yemen en nueva jornada de choques entre régimen y oposición

Los violentos choques entre los fieles al régimen de Alí Abdalá Saleh y la oposición volvieron a dejar este lunes un baño de sangre en el Yemen por segundo día consecutivo, con la muerte de al menos 25 personas en las ciudades de Saná y Taiz.

El número de fallecidos podría aumentar debido a que, lejos de disminuir, los enfrentamientos continúan en ambas zonas, escenarios de multitudinarias marchas contra el presidente yemení.

Según pudo comprobar Efe en el centro de la capital, un tiroteo se desató en los alrededores de la plaza del Taguir (cambio), epicentro de la revuelta, cuando las fuerzas de seguridad y la Guardia Republicana intentaban desalojar a los manifestantes que se dirigían al palacio presidencial.

Un grupo de militares partidarios de la oposición y seguidores del general desertor Ali Mohsen Al Ahmar se enfrentaron entonces con las tropas leales al régimen en unos sucesos similares a los de la víspera, cuando murieron otras 27 personas.

El uso de armas de guerra se ha extendido en los combates y prueba de ello son los ataques con artillería de las fuerzas de la Guardia Republicana, que dirige el hijo del mandatario Ahmed Ali Abdalá Saleh, contra los militares opositores, que a su vez respondieron con el lanzamiento de cohetes «katiusha».

Fuentes médicas confirmaron que tanto los 21 fallecidos en Saná como los cuatro en Taiz (sur) fueron por disparos, muchos de ellos en la cabeza, y precisaron que entre las víctimas hay un bebé de siete meses y cinco soldados partidarios de la oposición.

Los opositores han acusado al régimen de Saleh de utilizar francotiradores para disparar a los manifestantes desde las azoteas de los edificios.

Además, en el cuartel principal de las tropas opositoras se oyeron explosiones, aunque ese punto fue desmentido por fuentes militares del régimen citadas por la agencia oficial Saba.

En Taiz, la segunda ciudad del país, los incidentes también comenzaron cuando los participantes de las protestas trataron de alcanzar la zona del palacio presidencial en esa localidad.

La ola de violencia coincidió con las llegadas hoy a Saná del enviado especial de las Naciones Unidas para el Yemen, Yamal ben Omar, y del secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), Abdelatif al Ziani, para seguir el desarrollo de la situación.

Mientras, en Ginebra (Suiza), el ministro yemení de Asuntos Exteriores, Abu Bekr Abdullah Al Qirbi, rechazó que una comisión internacional independiente investigue los abusos cometidos en la represión de las protestas.

Una misión de la ONU, que visitó el Yemen recientemente, presentó hoy un informe ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, en el que se confirma el asesinato de cientos de personas desde que comenzaron las protestas a 27 de enero pasado, las cuales fueron sofocadas con el «uso excesivo y desproporcionado de la fuerza letal por parte del Estado».

Por su parte, Rusia se unió a la condena de la última masacre y pidió a las autoridades y a la oposición yemeníes que pongan fin a la violencia.

El Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, vive una revuelta popular que pide la salida de Saleh, quien se encuentra en Arabia Saudí recuperándose de las heridas que sufrió en un atentado el 3 de junio pasado.

Saleh delegó el pasado 12 de septiembre la autoridad en el vicepresidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, para negociar un traspaso pacífico del poder de acuerdo a un plan propuesto por el CCG, un gesto que sigue sin satisfacer las demandas de los opositores.

A finales de abril, el CCG -integrado por Arabia Saudí, Omán, Catar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Baréin- diseñó una propuesta para resolver el conflicto en el Yemen que proponía que Saleh traspasara el poder a Hadi en el plazo de 30 días tras la firma de la iniciativa, y la celebración de elecciones dos meses después.

Sin embargo, el CCG retiró su mediación el 23 de mayo pasado después de que el jefe de Estado rechazara suscribir esa propuesta por tercera vez.

Saleh fue primero presidente de Yemen del Norte en 1978 y pasó a ocupar la Presidencia de la República de Yemen tras la unificación entre el norte y el sur en 1990. EFE

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