Las autoridades israelíes y Hamas anunciaron este martes que llegaron a un acuerdo para liberar a un soldado israelí detenido en la Franja de Gaza a cambio de cientos de prisioneros palestinos, con lo que culminarían cinco años de negociaciones que han fracasado varias veces por acusaciones mutuas y violencia.
El acuerdo significaría el regreso a Israel del sargento Guilad Shalit, quien fue capturado por milicianos palestinos durante una incursión transfronteriza en Israel en junio de 2006 y luego llevado a la Franja de Gaza. Poco se ha sabido de su suerte desde entonces.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convocó a una reunión de urgencia con su gabinete el martes por la noche para aprobar el canje, dijo un funcionario israelí que habló con la condición del anonimato pendiente el anuncio formal. Un alto funcionario de Hamas en El Cairo también confirmó el trato.
Netanyahu dijo que Shalit volverá al país «en los próximos días».
El acuerdo permite el canje de Schalit, de 25 años, por un millar de prisioneros palestinos. Israel se había resistido inicialmente a las demandas de Hamas debido a que algunos de los prisioneros cumplen prolongadas sentencias por ataques mortales a israelíes.
Netanyahu dijo en un discurso televisado que comprendía el dolor de las familias que habían perdido seres queridos, pero que el acuerdo era «el mejor posible» dada la situación en la región.
Una delegación de Hamas encabezada por un alto funcionario, Mahmud Zahar, llegó a El Cairo anoche desde la sede central del grupo en Siria. El acuerdo será implementado en una semana, agregó, hablando con la condición de no ser identificado por no estar autorizado a hablar con la prensa.
La situación de Schalit capturó la atención nacional en Isral, donde el servicio militar es obligatorio para los ciudadanos judíos, y las familias se identifican con el pesar de la familia del soldado capturado. Su padre, Noam, ha cobrado notoriedad por encabezar una campaña para ganar la libertad de su hijo dirigiendo demostraciones y durmiendo en una carpa frente a la residencia de Netanyahu.
Del mismo modo, la situación de los prisioneros palestinos despierta profundas emociones entre los palestinos. Prácticamente todo palestino tiene un familiar que ha estado preso en alguna cárcel israelí. AP